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Muchas personas suponen erróneamente que al hablar con sus jefes sobre un aumento de sueldo, no conseguirán nada bueno para su futuro. Sin embargo, las empresas sí consideran dentro de su presupuesto algunos incentivos para el buen desempeño y, eventualmente, aumentos.

Por lo tanto, el primer paso es lanzarse a pedirlo. Podría sorprenderse gratamente y encontrar una buena recepción a su solicitud. Cuando lo haga, tenga en cuenta tres cosas que sí puede hacer y tres cosas que mejor ni se le ocurran:

Positivo:

  1. Conocer las políticas de la empresa. Conozca la línea de formación en su compañía para saber lo que necesita si quiere aspirar a un nuevo puesto y si se le ofrecen -o no- oportunidades de crecimiento.
  2. Elija el lugar y momento adecuado. Si la empresa está en situación complicada en su sector, probablemente será mejor que espere hasta que haya más estabilidad.
  3. Prepare argumentos. No desestime sus razones para un aumento. Explique, de preferencia, en números cómo es que su trabajo beneficia a la empresa.
Negativo:

  1. No haga amenazas. Lo peor que puede hacer es decir que se irá si no le dan lo que piden.
  2. No compare sus ingresos con nadie. Mencionar personas específicas puede traerle problemas serios.
  3. No sea inflexible. Si le dicen que no podrán subirle el sueldo pero pueden darle algún bono o pagarle algún diplomado, acepte.   
Por último, si le dicen que no, no se quede con la duda y pregunte a qué se debe el rechazo. Después podrá volver a hacer la consulta cuando supere lo que le señalan.