Alrededor del 30% de los contratos de arrendamiento de locales comerciales en 2020 rescindieron de manera anticipada a causa de la pandemia por el COVID-19, según  el estudio Linares Abogados.
Alrededor del 30% de los contratos de arrendamiento de locales comerciales en 2020 rescindieron de manera anticipada a causa de la pandemia por el COVID-19, según el estudio Linares Abogados.

Alrededor del 30% de los contratos de arrendamiento de locales comerciales en 2020 rescindieron de manera anticipada a causa de la pandemia por el COVID-19. En algunos casos el motivo fue porque las partes no se pusieron de acuerdo o, simplemente, por incapacidad de pago, según el estudio Linares Abogados.

Hoy, si bien el mercado de alquiler inmobiliario se ha reactivado la incertidumbre ante un posible confinamiento obligatorio, debido a la ya anunciada segunda ola del nuevo coronavirus, crece.

En vista a esta situación y lo ya ocurrido el año pasado (como el cierre intempestivo de los negocios por la cuarentena) es necesario tomar en cuenta nuevos puntos a la hora de celebrar contratos de arrendamiento, sobre todo de uso comercial, señala Carla Montes, abogada civil y comercial del estudio Linares Abogados.

Por ende, plantea que se contemplen cláusulas que estipulen el cobro de penalidades por concluir de manera anticipada un contrato de alquiler a favor del arrendador.

Mientras que a beneficio del arrendatario y en sí de ambas partes, también propone que se establezcan las directrices para fijar una nueva renta en caso se ordene una nueva cuarentena, con lo cual ya no quedaría ningún punto suelto y se tendría más claro las reducciones ante la eventualidad de no hacer uso del bien y las negociaciones no estarían en el limbo como ocurrió el año pasado.

“Se puede hablar de fórmulas como un porcentaje menos en el alquiler mensual, por ejemplo. Esto ya se ha venido trabajando pero como acuerdo entre las partes, mas no como parte del contrato”, indica.

FOCO EN LAS PEQUEÑAS EMPRESAS

Esto sobre todo, indica la especialista, lo deben hacer las pequeñas empresas, ya que las grandes corporaciones (el comercio moderno como ‘retailers’ y centros comerciales) sí lo contemplan.

“Aunque no es muy atractivo para el arrendatario firmar un contrato que establezca penalidades estas podrían estar sujetas específicamente, por ejemplo, a un eventual confinamiento por efectos de la pandemia”, precisa.

Estas nuevas clausulas evitarían, en gran parte, los problemas que se están visualizando hoy en el mercado como alta morosidad, arrendatarios que, pese a no pagar renta, siguen usando el inmueble y no quieren devolverlo, y pagos parciales de rentas de manera unilateral, es decir, sin acuerdos previos con el arrendador.

“Las cartera de cobranzas en el estudio ha aumentado de manera considerable. Hay arrendatarios que no pagan alquileres desde marzo y lo anecdótico es que muchas de estas empresas (arrendatarios) han solicitado Reactiva, que fue creado con el fin de no romper la cadena de pago”, sostiene.

Los procesos de desalojo ahora también son más que antes de la pandemia, dice Carla Montes. “De un promedio de uno o dos casos ante de marzo pasado, hemos llegado a ver más de 10 casos y de locales en centros comerciales”, asegura.