Para el próximo año, la inversión privada será negativa con una caída del 3%, lo que afectará seriamente la generación de empleo, señala el economista. (Foto: GEC)
Para el próximo año, la inversión privada será negativa con una caída del 3%, lo que afectará seriamente la generación de empleo, señala el economista. (Foto: GEC)

Las regulaciones laborales que promueve el Gobierno, hacen más rígido el acceso al mercado de trabajo formal y no ayuda a reducir la brecha de pobreza en el país, señala Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE). En diálogo con Correo refirió que la inversión privada caería 1% este año.

¿Cómo observa la marcha de la economía en 2022?

Este año continuó la normalización de la actividad económica. Había sectores que aún estaban por debajo del nivel de la prepandemia y hoy tienen una productividad que supera a la de la prepandemia. Además, sorprendió la fuerza del consumo privado, que aporta dos tercios del PBI, fue más de lo que se había anticipado, en parte por una mayor reactivación y el empuje de (los recursos) de las AFP y CTS, acompañado del crecimiento del crédito de consumo a doble dígito. También por el mayor uso del ahorro privado de algunas familias.

¿Es todo positivo?

Hasta allí la parte más positiva. Lo más difícil para las familias ha sido el deterioro del mercado de trabajo, que no se recupera a nivel de la prepandemia. Además, la inflación es muy alta respecto de la que estábamos acostumbrados en los últimos 20 años. Entonces, se concluye que el ingreso real de las familias informales, que son la mayoría del Perú, está todavía un 12 o 13% por debajo de la prepandemia. Este punto es en el que debemos poner más atención para dinamizar el mercado de empleo.

Pero, las normas laborales no ayudan, ¿verdad?

Sí, creo que hay un problema de fondo con la concepción del Gobierno sobre la regulación laboral, en este frente está más activo, pero por el lado equivocado. Las regulaciones que impulsa, como la tercerización, sindicalización y negociación colectiva hacen más rígido el acceso al trabajo formal. Estoy de acuerdo en que el Estado fiscalice, pero llama la atención que no lo haga donde los abusos laborales son mucho más flagrantes, en los informales.

¿Cuál es la proyección del IPE para el 2022 y 2023?

Para este año esperamos un crecimiento de 2.9% y para el próximo 2%. Creo que se ha dejado de crecer por circunstancias internas y por el ambiente político, el equivalente de lo que pueden producir en un año Cajamarca y Lambayeque. Preocupa que poco a poco se apaguen algunos motores de la economía y nos estanquemos en un crecimiento de 2 o 3%. El Perú necesita crecer más del 4% para cerrar brechas e incluir a más personas en la formalidad.

¿Cómo mejorar la confianza empresarial?

No basta decir que se quiere generar confianza para que mágicamente aparezca; la confianza hay que trabajarla, hay que ganarla, hay que dar señales concretas. Uno de los temas que más genera incertidumbre es el laboral y el ambiente de confrontación. Por lo menos con algo más de predictibilidad sobre cuáles serán las siguientes medidas, sería un avance. Pero, con la rotación de ministros es prácticamente imposible tener predictibilidad de cuáles van a ser los planes de trabajo.

¿La alta rotación de ministros haría perder 1 punto al PBI?

Como número es muy difícil hacer una estimación. Hay algunos cálculos que hizo el FMI sobre este punto, pero creo que es difícil extrapolarlo a la economía peruana, en parte por la velocidad de los cambios (de ministros), que no tiene precedente. Es difícil saberlo, pero esto contribuye a la sensación de deriva en que estamos hace un tiempo y explica que la confianza esté en negativo desde hace 17 meses, el periodo más largo, desde que se lleva registro. Explica, también, que para el 2023, según el IPE, la inversión privada será negativa. La única manera de que el consumo sea sostenible es con mejores ingresos por trabajo, pero no se logrará si se tiene inversión privada negativa. Estimamos una caída de 3% de la inversión privada para 2023; para el 2022 sería -1%. Además, hay un escenario más complicado por el alza de tasas de interés para combatir la inflación. El 2023 será un año más complicado que 2022.

Diego Macera

Gerente general del Instituto Peruano de Economía. Director del Banco Central de Reserva. Maestría en Análisis de Políticas Públicas de la Universidad de Chicago. Estudios de pregrado en Economía en la Universidad del Pacífico.

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