Amparo Muguruza: "“El rol de la escuela es enseñar a aprender”"
Amparo Muguruza: "“El rol de la escuela es enseñar a aprender”"

Hace tres años, cuando le propusieron dirigir el Colegio Mayor Secundario Presidente del Perú, Amparo Muguruza pensó en rechazar el puesto. Dudaba si le bastaría su experiencia como directora del Programa Nacional Wawa Wasi, cargo que ocupó por cinco años. Hoy, la entidad educativa es reconocida como una de las mejores en todo el país y la iniciativa ha empezado a replicarse a través de los 14 colegios de alto rendimiento (COAR).

¿Cómo se ha preparado el colegio para este año?

Este año, todos los alumnos se integrarán al programa de Bachillerato Internacional, lo que implica tener menos estudiantes por aula, dictar más horas de inglés, educación física y más talleres. Hemos adaptado aulas adicionales y contratado más docentes. Los alumnos nuevos ya están en la etapa de adaptación al internado.

¿Cómo es ese proceso de separación familiar?

Es personalizado. Unas de las estrategias que aplicamos es que los chicos asuman roles de hermanos para que se sientan como en casa y que compartan sus experiencias. Los sicólogos acompañan ese proceso.

¿Han tenido casos de depresión en alumnos?

La tristeza por la ruptura con el espacio familiar es natural. Lo que hacemos es que reemplacen ese sentimiento con actividades y objetos que les haga sentirse seguros y acompañados. Con el pasar de los días, la mayoría deja la tristeza, pero hemos tenido casos bastante difíciles, en los que el menor pasaba más de un mes con llantos permanentes.

¿Qué se hace en esos casos?

Siempre pedimos ayuda a la familia. Les decimos que los chicos van a sufrir la separación, pero que eviten transmitir mensajes como “si no te gusta, te saco cuando quieras”. La idea es que los alienten a seguir. A las familias también les pedimos que sean un ejemplo para que los niños se enfoquen en ser los mejores.

Los niños están bajo presión constante por intentar destacar...

Los chicos son muy competitivos, por eso les decimos que todos son buenos y que todos deben y pueden conseguir sus sueños. En el 2012, cuando asumí la dirección, vi casos en que se escondían el USB para que los compañeros no presenten las tareas. Eso se ha revertido.

Existe mucha expectativa sobre los nuevos COAR, ¿el modelo puede hacerse más extensivo?

Esta experiencia me ha ayudado mucho a creer que es posible. Seguramente muchos dirán que nosotros podemos porque tenemos recursos, pero el dinero tiene que ir acompañado de una buena gestión, lo que implica utilizar la creatividad...

Ser ingeniosos incluso en la gestión...

Yo estudié en un colegio de monjas donde todo era rígido. Nosotros buscamos que la escuela sea un espacio agradable, lúdico, participativo y creativo. No creo ya en la educación en que el maestro dicta y el alumno escucha. Ahora los chicos cuestionan, buscan información. Un chico que sabe hacer de su vida un aprendizaje permanente es un logro para el colegio, porque el rol de la escuela es enseñar a aprender.

¿Qué satisfacción le deja estar a cargo de una institución como esta?

Ha sido un reto muy grande que pensaba no iba a poder cumplir. Soy maestra de inicial, nunca trabajé en un colegio secundario. Mi esposo fue de las personas que me alentó a no perder de vista el objetivo primordial: ofrecer educación de la mejor calidad. Ser testigo de la vida de los alumnos, cuando ingresan y cuando se van, es la mayor satisfacción.

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