Zonas críticas (Foto: Impreso Correo)
Zonas críticas (Foto: Impreso Correo)

Los últimos que afectaron a las regiones de Tacna y Cusco ocasionaron daños económicos en viviendas, vehículos, carreteras y puentes, entre otros activos.

Al respecto, Joanna Kamiche, docente de la Facultad de Economía de la Universidad del Pacífico, explicó que una razón del desastre es que la población se asentó en una zona considerada crítica y de alto riesgo.

Por ello, recomendó trabajar con todos los órganos técnicos que han definido las zonas críticas del país para evitar consecuencias económicas negativas en un futuro.

“No se debe seguir generando vulnerabilidad, las construcciones no deberían estar en zonas críticas, ninguna inversión (pública o privada) debería estar localizada en estas zonas. Si estamos hablando de inversiones que ya están, hay que replantearlas, entiendo que el MEF está trabajando en ello, pero el tema territorial es un punto muy importante”, comentó.

Añadió que el sector turismo también se está viendo perjudicado con estos huaicos e inundaciones.

Por ejemplo, la ciudad de Santa Teresa, ubicada en Cusco, tiene algunos caminos alternativos para llegar a Machu Picchu que se han clausurado por las fuertes lluvias y no permite que los turistas visiten la ciudad incaica.

Perspectiva

Asimismo, Kamiche dijo a Correo que estos daños producidos por las lluvias y huaicos perjudican el consumo de los hogares en el día a día y en el mediano y largo plazo.

“El consumo de los hogares del día a día es cubierto por las autoridades porque se hace la olla común, se dan los recursos para la comida, pero el consumo de mediano a largo plazo se ve afectado porque las personas pierden sus viviendas, todo su patrimonio y el consumo del hogar se ve perjudicado totalmente”, explicó.

En ese sentido, agregó que hay muchos recursos que se pierden porque son zonas de entrada y salida de productos agrícolas que tienen que movilizarse de un lugar a otro, y todo esta actividad se ve económicamente afectada.