Las facturas en Perú desde hace cinco años han tenido un fuerte crecimiento, al ser un instrumento utilizado para el financiamiento. (Foto: Difusión)
Las facturas en Perú desde hace cinco años han tenido un fuerte crecimiento, al ser un instrumento utilizado para el financiamiento. (Foto: Difusión)

Por Christian Lengua

La Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) dispuso que a partir del primero de octubre próximo todos los proveedores del Estado que realicen operaciones de venta de bienes, o la prestación de servicios a las entidades públicas, deberán emitir facturas electrónicas.

MIRA Ejecutivo retoma el proyecto del tren Lima-Chosica para pasajeros: ¿qué características debería tener?

¿Qué importancia tiene esta medida? José Asti, director de Asuntos Financieros de la Sociedad de Derecho y Empresas Digitales (Sodital), cree que la facturación electrónica debe ser uno de los hitos más importantes en la transformación digital del gobierno y las empresas.

Indicó que desde hace tres años se viene acelerando el uso de la facturación electrónica, lo que ha permitido por un lado transparencia en el mercado entre privados para hacer un seguimiento de las órdenes de compra que la gran mayoría de proveedores realiza con el Estado. También ha abonado en darle a la Sunat un mejor control sobre la venta de productos y la generación de valor que existe, en otras palabras se combate la informalidad.

MIRA Osiptel confirma multa superior a S/ 664,000 contra Entel por contrataciones ambulatorias de servicio móvil

Asimismo, las facturas en Perú desde hace cinco años han tenido un fuerte crecimiento, al ser un instrumento utilizado para el financiamiento (factoring), sobre todo para las mipymes, que tienen más restricciones de acceso a capital de trabajo a diferencia de la gran empresa.

“En ese esquema la facturación electrónica ha jugado un punto bastante importante sobre todo para las mypes. El Estado, a través de Sunat, ha estado brindando capacitaciones de cómo utilizar los comprobantes de pago, sobre todo las facturas como instrumentos y no solo como un papel más. Eso ha marcado la diferencia”, refirió Asti.

Añadió que es muy beneficioso para las empresas pasar a un mundo electrónico, porque la factura cobra importancia. Al venderle a una entidad del Estado, efectivamente esa factura se transformará en negociable, con lo que le pueden dar liquidez a esas empresas.

En esa línea, Asti comentó que el DS No. 013-2020 establece modificaciones para mejorar el factoring, pero también incorporó una mejora, que ha quedado en stand by por la pandemia, y es que la orden de compra –que es un documento anterior a la misma factura– tendría la naturaleza de título valor y debería ser reglamentado. “Lo que significa que el proveedor del Estado tendría la posibilidad de negociar antes de que emita la factura, y obtener capital de trabajo con esa orden de compra”, manifestó.

Para el directivo, el Estado está dando la posibilidad a los proveedores, sobre todo a la micro y pequeña empresa, a que tengan una herramienta de financiamiento. “Ese es el camino, permitir que las empresas puedan financiarse con las facturas y que sea transparente para el mismo Estado. Y si pueden financiar, no tendrán la necesidad de hacer ventas negras”.

Por su parte, el tributarista Walker Villanueva, socio del Estudio Philippi, Prietocarrizosa, Ferrero DU & Uria, sostuvo que digitalizar siempre es positivo al haber mayor control. Además, significa que el entorno del proveedor puede ser más transparente. Y es beneficioso porque es más fácil fiscalizar, además del agregado del factoring.

“Suma por todos lados. Lo negativo es si lo haces en forma directa con tu propio sistema o a través de Sunat. El primero puede significar una inversión cuando emites muchas facturas”, refirió el abogado.

DOS ESCENARIOS

Precisamente, José Asti precisó que la resolución de Sunat parte la cancha en dos, porque las empresas más grandes pueden contratar a facturadores electrónicos por el volumen de facturas que emiten y que reciben por parte de otras empresas. Pero, las empresas pequeñas que tienen estructuras de trabajo distintas, que tiene que soportar la carga laboral, de los proveedores y del día a día, no tienen cómo contratar un sistema de facturación.

Lo que hacen las mypes, dijo Asti, es utilizar la misma plataforma de la Sunat, que facilita la emisión de facturas y es de uso gratuito con la clave SOL. Lo que sugirió el experto es que el Estado “mejore la facturación electrónica en este sistema para que sea un poco más amigable, ya que la cultura tecnológica no es una fortaleza en nuestro país”.