BBVA. Hugo Perea, economista del BBVA. (Foto: GEC)
BBVA. Hugo Perea, economista del BBVA. (Foto: GEC)

El objetivo de las nuevas autoridades de Argentina, en el gobierno de Javier Milei, es cortar la inflación bajo el diagnóstico de que el déficit fiscal es la principal causa de la desestabilización de corto plazo, señala Hugo Perea, economista jefe para Perú de BBVA Research. En entrevista con Correo afirma que Argentina lo que busca es estabilizar su economía, ordenarla.

¿Serán suficientes las medidas dispuestas para sacar a Argentina de la crisis por la que pasa?

El presidente Javier Milei ha anunciado dos paquetes de medidas. El primero involucra el tema fiscal, el tema cambiario y el tema de política monetaria, pero con gran énfasis en reducir el déficit fiscal. Es más un shock de estabilización porque se soltó el tipo de cambio y el dólar está a 800 pesos. Empezó también a tomar medidas para reducir el déficit fiscal que está en 5 y tiene como objetivo llevarlo a cero (0%) a lo largo del 2024.

¿El segundo paquete?

El segundo paquete se lanzó el miércoles, con un megadecreto de desregulación económica. Son dos cosas. Unas medidas están orientadas a tratar de estabilizar y cortar la inflación bajo el diagnóstico de que el déficit es la principal causa de la desestabilización de corto plazo. Otras medidas tienen que ver con desregular los mercados y corregir distorsiones que han afectado a la economía argentina en los últimos años.

¿La parte fiscal preocupa a las autoridades argentinas, al igual que a las peruanas, verdad?

Efectivamente, la parte fiscal es el objetivo principal de las medidas del presidente Milei. Solo aclarar que no puede haber un paralelo entre Perú y Argentina porque Perú está en otra situación, tiene una fortaleza fiscal importante y un déficit fiscal algo mayor al propuesto para la regla fiscal, pero no implica que haya un deterioro fiscal en Perú.

En Argentina hay un problema con la deuda pública que está en 95% (de su Producto Bruto Interno); tiene vencimiento de deuda en los próximos meses, tiene un déficit fiscal de 5% y reservas internacionales en negativo. Está en una situación muy complicada, no se puede comparar con Perú.

¿Entonces, Perú tiene mucho oxígeno?

En general, en Perú no hay desbalance macroeconómico importante porque la inflación ya se está controlando, el nivel de endeudamiento público es de los más bajos de América Latina y del mundo, el déficit fiscal es bajo (2.5% del PBI, según el Banco Central de Reserva); por el lado de los balances macroeconómicos básicos, Perú está en una situación mucho mejor que Argentina.

Es buena la precisión...

Las reformas que se hicieron a inicios de los 90 se mantienen y tiene entre sus ejes la estabilización de la economía para generar condiciones adecuadas para el desarrollo de los negocios, de emprendimientos e inversión; mantiene la disciplina fiscal, la disciplina monetaria, nos está dando réditos. Hoy se ven turbulencias en los mercados internacionales, estamos en un proceso de ajuste monetario por el lado de la FED, que siempre ha generado turbulencia en América Latina, y Perú ha pasado bastante bien el proceso.

Esto es porque las políticas macroeconómica de Perú, que son muy prudentes, han permitido enfrentar temporales con buen pie, permite algún tipo de respuesta, de reacción. Lo que empezó en los 90 nos permite tener una fortaleza macroeconómica. Sin embargo, hay cosas que hacer porque hay desaceleración de la economía pero, en el balance macroeconómico, la economía peruana sigue mostrando liquidez.

¿Milei aplica en Argentina lo que se hizo en Perú en los 90?

Claramente lo que Argentina necesita, en primer lugar, es estabilizar su economía, tal como lo necesitaba Perú al final de los 80 y principio de los 90, y se quiere lograr este objetivo con un primer paquete de medidas que apuntan hacia esa dirección, con un bloque de medidas que busca reducir el déficit fiscal, llevarlo de 5% a 0% en el 2024; es una meta muy ambiciosa. Perú redujo el déficit fiscal, entre el 90 y 91, en 5 puntos porcentuales del PBI. En 1990 el déficit fiscal estaba en 8.9% y en el 91 cerró en 2.9%, se aplicaron medidas para estabilizar, para evitar que sea una fuente de presión, de financiamiento inflacionario. Fue un esfuerzo muy grande que comprometió a todos los peruanos. Es muy parecido lo que busca hacer Argentina, que no tiene reservas internacionales, con un alto nivel de endeudamiento público de 95%, déficit fiscal de 5%, reservas internacionales en negativo, inflación en 160% que cerraría el 2023 cerca a 200%. Esta falta de estabilidad en la economía ha sido el primer foco de las primeras medidas anunciadas por Milei.

Lo importante es gastar según los ingresos que se tiene…

Por eso, para reducir el déficit, Milei ha anunciado medidas de control de gastos, principalmente; está recortando subsidio a la energía y al transporte; se ha congelado el gasto de capital e infraestructura del Gobierno. Se están eliminando las transferencias discrecionales que hacía el Gobierno a las provincias, que era una herramienta de negociación política de la administración de Alberto Fernández. Este recorte permitirá ahorrar medio punto del PBI. Hay una serie de elementos vinculados a la reducción del gasto que se espera ayuden a controlar el déficit. Por el lado de los ingresos, aumentará el impuesto País a las importaciones, de 7.5 a 17.5%, van a revertir la baja al impuesto a las ganancias realizada por el exministro y excandidato presidencial Sergio Massa. Son medidas duras, pero a corto plazo tendrán un impacto económico seguramente. Es posible que haya mayor malestar al inicio, pero las medidas van en sentido correcto. Argentina tiene que eliminar los grandes desequilibrios macroeconómicos que está enfrentando y parte importante de este balance es el déficit fiscal.

¿Podría desarrollar más las implicancias del segundo paquete?

Tiene que ver más con cambiar la estructura económica en Argentina, en la que había mucha intervención del Estado, mucha regulación, que prácticamente tenía atado al sector privado.

Muchas de las decisiones privadas tenían que pasar por la autorización del Gobierno, entrampaba el crecimiento económico, se prestaba a corrupción. Mediante un Decreto Nacional de Urgencia (DNU), de 366 artículos, se busca derogar, modificar leyes para implementar una economía más flexible y eliminar distorsiones, se plantea cambios importantes como libertad para contratar, para uso de monedas, eliminación de control de precios, que ha distorsionando los precios relativos. Los precios son un importante emisor de información porque cuando el sistema de precios funciona bien, le dice a una sociedad qué es lo que hay que producir y qué es lo que hay que comprar.

¿Distorsión de precios?

La estructura de precios estaba totalmente distorsionada por el control de precios. También se está planteando más competencia en el sistema financiero. Ha habido iniciativas para tratar de avanzar a una mayor flexibilización de contratación en el mercado laboral. El DNU de Milei entra en vigencia sin necesitar la inmediata aprobación del Congreso. Para que el Congreso lo vete, es necesario que ambas cámaras lo rechacen por mayoría simple, pero es improbable que se eliminen.

El impacto será muy duro para los argentinos...

En Perú, cuando se dio el paquete de estabilización y reforma, la contracción de la economía no fue tan larga, se contrajo solo en 1990, cuando cayó 5%, pero el 91 creció 2.2%, pero en el 92 cayó ligeramente, menos 0.5%, pero en el 93 ya estábamos creciendo por encima del 5% y en el 94 por encima del 12%. Fue un paquete relativamente exitoso.