El 2014 se inició el proceso para sacar adelante Tía María, en el distrito de Cocachacra, en la provincia de Islay, Arequipa.
Pero en 2019, los conflictos por el agua con las comunidades adyacentes a los yacimiento hizo que el gobierno de turno decida paralizarlo.
Entonces, los planes de Southern Perú apuntaban a una inversión de $1,400 millones en el proyecto cuprífero.
El actual gobierno, con el ex titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Rómulo Mucho, hizo posible retomar los planes de inversión (hoy en $1,802 millones). Se estima que en setiembre se iniciaría la construcción de obras civiles para facilitar el proceso de producción.
Al respecto, la directora ejecutiva de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), Mónica Muñoz Najar, refirió que si se concreta la construcción de Tía María en agosto o setiembre de este año sería un signo importante para la minería.
En diálogo con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), la economista dijo que, si bien no se trata de un proyecto del nivel de Quellaveco, en términos de capacidad productiva, sí romperá una inercia importante porque se trata de una iniciativa que tiene ya varios años paralizada.
Litio. Muñoz Najar señaló que Perú no solo tiene importantes recursos cuprífero, sino también tiene una oportunidad en el litio, pero dependerá de las autoridades sacar adelante las normas técnicas necesarias para impulsar su producción.
Destacó, por ejemplo, los proyectos Quelcaya y Falchani, adjudicados a Macusani Yellowcake, que aún no obtienen luz verde del Ejecutivo para desarrollarse.
En ese sentido, refirió tienen ocho años con los permisos de exploración y que eventualmente deberían de decantar en la explotación de litio.
