Para el ex ministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla, los puertos de Chancay y Marcona (Ica), que tienen inversión china hacen más ruido en EE.UU. que los productos agrícolas peruanos. En diálogo con Correo dijo que si por las medidas del presidente Donald Trump la economía se enfría, China crecería menos y demandaría menos cobre peruano.
Estados Unidos aplicará aranceles a productos agrícolas.
La oferta peruana a ese país es básicamente de arándanos y uva de mesa, el 55% de arándano va a ese país. Los aranceles hará que suban los precios al consumidor de EE.UU. Perú no compite con su oferta productiva porque exporta arándanos cuando ellos no producen. Nuestro principal socio comercial es China, segundo es EE.UU., con 15%, a donde van productos con valor agregado, que generan empleos. EE.UU. ha convocado una ley de emergencia para aplicar aranceles a quien quiera y dejar de lado los acuerdos comerciales. Hay riesgo, pero creo que no tanto porque Trump, tras amenazar a México y a Canadá, ha tenido que recular porque se afecta a las empresas de su país, que dependen de insumos de un lado y otro. Trump apela a la reciprocidad, los que les impongan aranceles se le pondrá el mismo arancel. Perú no cobra arancel por estar liberada su oferta agrícola a EE.UU., con excepción de cuatro productos que tienen una franja de precios, como el azúcar y el arroz.
¿Es bajo el riesgo?
Se presume que el riesgo que ve EE. UU. en Perú no es por su oferta exportable, sino que ven con recelo la presencia china en Perú. Ellos podrían presionar a Perú con barreras para arancelaria, como las fitosanitarias a los productos, que es tan pernicioso como un arancel porque limita el acceso al mercado. Es un riesgo latente, el gatillo sería que pida a Perú enfriar su relación con China. El impacto de las medidas de Trump es que puedan generar una recesión y afectaría el crecimiento de países como China, que a su vez bajaría su demanda de productos peruanos como el cobre.
Entonces, ¿Cree que urge una nueva Ley de Promoción Agraria?
No soy partidario de los esquemas preferenciales, pero uno que ha funcionado ha sido La Ley de Promoción Agraria y derogarla fue un absoluto despropósito porque fue clave para el boom agroexportador de Perú. Ahora si habría causal para apoyar la agroexportación y también una política de mayor diversificación porque tenemos socios comerciales en todo el mundo. Sustituir el mercado norteamericano para productos como el arándano y la uva de mesa si nos afectaría. El Congreso podría acelerar una Ley de Promoción Agraria y como el MEF se ha mostrado más permeable a ese pedido, pueda que haya un incentivo para hacerlo.
Implicaría un Impuesto a la Renta de 15%.
Así es, también hay temas laborales. De tener un tratamiento muy preferencial a uno normal les ha quitado liquidez. Ahora habría algún tipo de justificación, es un sector que es muy intensiva en mano de obra y que formaliza, prefiero esta ley porque es más focalizado al sector agroexportador, que emplea mujeres y formaliza la economía, como en Ica, Sería una respuesta frente a ese riego.
¿Se puede enfriar la economía?
Si el mundo crece menos, la demanda de nuestros productos bajará y si China, en particular, crece menos, se afecta el precio del cobre. Hay que estar atentos y el Gobierno debe ser estratégico, hay mucho ruido por Chancay y por el puerto de Marcona (Ica), donde que tienen inversión china, estamos más expuestos, lamentablemente, por este tema que por el tema comercial, nos ayudará para no caer en la lista negra, al menos al inicio.
Si el precio del cobre baja, ¿también la recaudación tributaria?
Sí afectaría porque el 60% de nuestras divisas vienen de los metales que exportamos y el cobre es clave y representa, más o menos, el 15% de los ingresos fiscales. Pero en tanto se siga apostando por la electromovilidad y la transición energética en Asia y Europa, la demanda de cobre seguirá alta.
¿Hay riesgo de incumplir otra vez el déficit fiscal?
El problema es que no se puede contener la presión al gasto. Creo que los ingresos serán elevados en 2025 y se verá con la regularización del IR. Nada ha cambiado en lo político, las presiones del gasto siguen altas y la situación del Gobierno sigue siendo precaria y compra tiempo con dádivas y gasto público. Este es el gran desafío del Ministerio de Economía, el ministro (José) Salardi es menos ortodoxo, gestiona proyectos, adendas, lo veo más comprometido a dar peleas, apuesta por las APP, me gusta mucho. Pero hay cierto nivel de inconsistencia por el lado de lo fiscal porque apoya mantener el drawback, apoya el IR cero para la Zona Económica Especial.