MTC: Contrato de concesión de Chinchero se mantiene

El contrato de concesión del Aeropuerto Internacional de Chinchero (Cusco) se mantiene tal cual se firmó en julio del 2014; es decir, su inversión se hará bajo el mecanismo de asociación público privado (APP), en el cual el Estado y el privado desembolsarán los montos comprometidos en esa fecha, señaló el ministro de Transportes y Comunicaciones (MTC), Martín Vizcarra.

Lo único que variará, según precisó, es que el concesionario (Kuntur Wasi) ya no gestionará el financiamiento de $264.8 millones para el movimiento de tierra y obras civiles, tal como se había comprometido en el contrato, pues, según la adenda que se firmará este lunes 30 de enero (para empezar obras de inmediato), será el Estado el que lo haga directamente con fondos provenientes del Tesoro Público; por tanto, ya no se pagará los intereses que generarían en caso lo haga el primero.

COMPROMISO. Martín Vizcarra explicó que el aporte del privado sigue siendo $119 millones, tal como se consigna en el contrato. “$89 millones es su aporte para la obra física y $20 millones para la supervisión”, indicó en una rueda de prensa conjunta con su par de Economía y Finanzas (MEF), Alfredo Thorne.

Explicó que la decisión de financiar los $264.8 millones con recursos públicos se debió a que el concesionario pedía un monto muy alto por concepto de retribución; es decir, por gestionar el financiamiento. “Se iba pagar en 15 años, en 60 cuotas trimestrales, pero al hacer el análisis, resulta que el monto que pedía el concesionario como retribución por el financiamiento de los $264.8 millones llegaba a $854 millones; es decir, aplicaba intereses por $580 millones”, precisó.

AHORRO. Dijo que tras varias reuniones entre el MTC y el concesionario, finalmente se conversó con el MEF, que planteó una solución mucho mejor para el Estado, que es financiar con recursos públicos y ahorrar $580 millones de interés.

El titular del MEF, Alfredo Thorne, precisó que el gobierno heredó un proyecto que era lesivo para los intereses del Estado, que obligaba a pagar un alto interés al concesionario, por un crédito que se obtenía hoy y recién se utilizaba dentro de cinco años; es decir, “era un dinero que estaría guardado en alguna caja”.

Precisó que en el contrato heredado no había claridad de cómo se iba tratar el tema de los intereses.