Nichole Andrade: “Lo que me ha inculcado el deporte es no rendirme”

La resiliencia representa la adaptación positiva de la persona a pesar de las adversidades. Si nos basamos en esta definición, podríamos afirmar que la taekwondista Nichole Andrade es portadora de esta gran capacidad. Tras haber sido víctima de maltrato familiar, hoy la joven de 21 años celebra la victoria de esta dura batalla y canaliza cualquier mal recuerdo a través de una meta que le quita el sueño: representar al Perú en los próximos Juegos Panamericanos del 2019. Aquí su historia.

¿Cómo enfrentaste el tema de violencia familiar?

El problema se canalizó a través de la Demuna de Miraflores hace cuatro años.

¿Quién te agredía?

Mi padre.

Desde tu experiencia, ¿cuáles crees que son los errores que comete una persona violentada?

Tomar las cosas a la ligera y ceder ante la presión económica o social. Muchas veces la gente te cierra la puerta o te dice para qué denuncias, pero si estás consciente que es lo correcto, es lo que deberías seguir. Por ejemplo, en mi caso, al no desistir y ser un caso de éxito fui premiada este año en la categoría “ejemplo de vida” por la Municipalidad de Miraflores.

¿Te ayudó la disciplina que practicas en esa etapa difícil que viviste ?

El tema de no rendirse es algo que todos los deportistas tienen. Saben que si estás es un deporte y te rindes, no alcanzas tus objetivos. Eso es lo que más me ha inculcado el taekwondo y lo he podido llevar no solo a mi vida personal, también a los estudios.

El taekwondo es un deporte de contacto; en tu caso, que has sufrido de violencia familiar, ¿cómo lo manejaste?

El taekwondo ha sido como una terapia. Al menos en una pelea sabes de dónde viene el golpe y el que gana la pelea es el que controla la situación. En cambio, en un problema de violencia familiar tú no controlas la situación.

¿A qué edad decidiste entregarte a este deporte?

A los 16 años. A partir de ahí tuve logros juveniles y a los 17 pasé a la categoría de adultos. Desde entonces he estado compitiendo a nivel nacional y ahora quiero empezar a rankearme internacionalmente. Felizmente mi tema personal ya terminó, ya me falta poco para acabar mi carrera y siento que es el momento de ir al extranjero. Ya tengo el nivel para catapultarme fuera.

¿Qué es lo más difícil del taekwondo?

A parte de la preparación física muy intensa que hay que tener, hay que saber pensar muy rápido para poder resolver un ataque de muchas formas. Hay que tener un gran repertorio técnico.

¿En qué crees que radica el éxito?

En creérsela (risas). El taekwondo es un deporte de contacto y hay que imponerse en la pelea.

¿Qué sueño persigues?

Mi meta a largo plazo es competir en los Juegos Panamericanos, y lo bueno es que la sede para taekwondo va a ser en el estadio Bonilla de Miraflores. Sería bastante simbólico pelear en mi distrito y en mi país. Es como ser dueño de casa.

¿Qué haces para lograrlo?

En febrero estuve en una base de entrenamiento en Argentina. Estuve 15 días donde tuvimos dos entrenamientos diarios: físico en la mañana y lucha en la tarde. Lo que quiero ahora es participar en los campeonatos rankeables de Sudamérica. Por ejemplo, a fines de mayo hay uno en Paraguay, y a inicios de junio hay otro en Bolivia.

¿Cuál sería tu mensaje para las personas víctimas de violencia?

Que acudan a la Demuna de sus distritos y que pidan ayuda a profesionales. Muchas veces uno no puede tomar las cosas en sus propias manos y necesita el apoyo de una institución.

Trabajadora. Además de deportista, Nichole realiza traducciones, fabrica muñecos artesanales de entrenamiento y dicta clases de taekwondo.