En las últimas dos décadas, la pobreza energética se redujo en un 22%, debido a la utilización del Gas Licuado de Petróleo (GLP) en el Perú, el cual va más allá de llevar combustible a los hogares, si no también se ha consolidado como un motor de desarrollo económico.
En la apertura del Foro Perú Energía Sur, realizado en Cusco, los ponentes coincidieron en que el GLP ha permitido que millones de familias accedan a una fuente energética moderna, segura y de bajo costo.
De acuerdo con el presidente de la Sociedad Peruana de Gas Licuado, Jovan Pastor, en 20 años el GLP pasó de tener una cobertura limitada a atender al 70% de los hogares peruanos como fuente principal para cocinar.
“Gracias a su disponibilidad, la pobreza energética se redujo de 47 % a 25 %, permitiendo a millones de peruanos vivir con mayor seguridad”, afirmó Jovan Pastor.
Este progreso también alcanzó el transporte, pues actualmente el 20% del parque automotor, equivalente a 650 mil vehículos, usan GLP, debido a su bajo costo de instalación y su autonomía de combustible. A ello, se suma que más de 250 mil pequeñas y medianas empresas de sectores estratégicos como pesca, agroindustria, industria avícola y textil, dependen del GLP para operar.
Cabe destacar que cerca del 70 % del volumen comercializado de GLP viene de Camisea, es decir de origen nacional.
RIESGOS
Por otro lado, el foro también advirtió que el marco regulador enfrenta problemas. La ley 32315, que creó la Agencia de Inventario de Combustibles-AIC, impide que que los proyectos de almacenamiento no trasladen los costos de inversión en la tarifa a cobrarse por el uso de las instalaciones de almacenamiento.
Esta situación genera una distorsión en el mercado, ya que las tarifas cobradas por los almacenamientos administrados por los privados deben cobrar todos los costos a la prestación del servicio. Por ello, se espera que el Ministerio de Energía y Minas publique un reglamento que brinde estabilidad.
Además, se necesitan incentivos para mayor inversión en almacenamiento, pues gran parte se encuentra en la costa, lo que deja a muchas provincias vulnerables frente a bloqueos, desastres naturales o eventos climáticos extremos.
Asimismo, reconoció el impacto del programa Vale FISE, que hasta abril de 2025 benefició cerca de 1,3 millones de hogares.
De acuerdo con las proyecciones, el consumo de GLP aumentará en 4% anual en los próximos cinco años, por lo que el sector privado deberá implementar más inversiones en logística, transporte y comercialización.
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