El presidente de Petroperú, Alejandro Narváez, negó que el reciente desembolso superior a 280 millones de dólares hacia la empresa estatal sea un salvataje o rescate financiero. Según precisó, el monto corresponde a un pasivo registrado desde el año 2022, cuando el Estado actuó como aval frente a compromisos financieros adquiridos por la compañía.
Narváez explicó que se trata de una obligación contractual previa y no de un préstamo nuevo. “Esto está en el pasivo de Petroperú. Esa deuda en algún momento tiene que honrarse”, señaló para Canal N.
El funcionario destacó que el respaldo estatal responde a compromisos asumidos con proveedores y acreedores y forma parte de un procedimiento financiero habitual en compañías con obligaciones acumuladas.
Pérdidas acumuladas superan el capital social
Narváez reconoció que Petroperú arrastra pérdidas desde 2020, que actualmente superan los 2,200 millones de soles, más de la mitad de su capital social. No obstante, descartó que la empresa esté en quiebra, asegurando que la recuperación dependerá del desempeño operativo y comercial de los próximos años.
La empresa, agregó, se encuentra en un proceso de saneamiento financiero con medidas para reducir el nivel de endeudamiento y revertir las cifras negativas. “Como cualquier otra empresa del Estado, Petroperú está sujeta a controles internos y externos”, enfatizó.
Narváez reiteró que no se trata de un rescate, sino del cumplimiento de un compromiso adquirido previamente por la estatal con respaldo del aval estatal.