En la actualidad, muchas empresas enfrentan problemas de liquidez y préstamos bancarios más estrictos, sumados a una deuda alta relacionada con el COVID-19. En ese sentido, un estudio realizado por la fintech Rextie señala que el 56% de empresas peruanas utilizan factoring como una alternativa de financiamiento.
Además, de ese porcentaje, el 57% lo realiza para obtener liquidez inmediata; el 16% para reducir la carga operativa y liberar a su empresa de la cobranza de una factura; el 14% para adquirir una tasa de interés competitiva y evitar endeudarse con entidades financieras; y el 13% para eliminar trámites engorrosos presenciales.
“El factoring es una alternativa de financiamiento con grandes perspectivas. Hasta el pasado 5 de agosto se han anotado cerca de 500,000 facturas en la plataforma de negociación Factrack según información pública de Cavali, manteniendo una tendencia creciente y esperando cerrar el 2022 con 1.5 millones de facturas negociadas, eso quiere decir, 50% que el año anterior”, comentó Claudia Quintanilla, CEO y cofundadora de Rextie.
“Sin embargo, aún falta mucho por hacer, en el año 2021 las facturas negociables solo representaron el 0.24% del total de facturas electrónicas emitidas en el 2020. Por tanto, seguir incentivando y difundiendo las ventajas sobre el uso de esta herramienta de financiamiento para la pymes es de suma relevancia”, agrega.
Otro de los datos que deja el reporte de Rextie es que más de la mitad (55%) de empresas en Perú han migrado al factoring digital y solo el 45% utiliza factoring tradicional presencial.
Dentro del porcentaje de empresas que lo usan de manera online, el 46% realiza sus operaciones a través de una laptop; el 38% mediante una computadora de escritorio; el 14% por medio de teléfonos celulares; y el 2% gracias a una tableta.
Por otro lado, el reporte también señala que, las empresas que usan factoring han logrado obtener su dinero entre 1 y 2 días (38%); entre 2 a 3 días (22%); más de 4 días (21%); y menos de 24 horas (19%).
Cabe resaltar que, hace algunos años, el Banco Mundial proyectó que el factoring iba a ser uno de los mecanismos para mejorar el acceso al financiamiento y promover el crecimiento y la inversión de las empresas, en especial en Latinoamérica donde el 52% de las pymes no cuentan con ningún tipo de ayuda, posicionándola en una de las regiones más descuidadas, después de África y Medio Este.