Inversionistas buscan países con costos competitivos y estabilidad jurídica, y la paralización de Las Bambas no será buena señal, afirmó exfuncionario.
Inversionistas buscan países con costos competitivos y estabilidad jurídica, y la paralización de Las Bambas no será buena señal, afirmó exfuncionario.

En diálogo con Correo, el exministro de Energía y Minas, Rafael Belaunde Llosa, dijo que el Perú tiene una cartera de proyectos mineros por $56 mil millones, pero el Gobierno no está dispuesto a ofrecer un ambiente propicio para las grandes inversiones.

¿Se estima el impacto de parar Las Bambas?

Las Bambas tiene capacidad de producir 450 mil toneladas de cobre al año y es probable que, con su paralización, el país deje de producir 100 mil toneladas. Se daña la imagen del Perú, se afectará la inversión de grandes proyectos mineros. El Perú no es el único destino para la inversión minera; están Chile, Canadá, Australia, México,  Sudáfrica, entre otros. Y los inversionistas buscan países que ofrecen costos competitivos, con más estabilidad jurídica. Se tiene una cartera de proyectos que suman unos $56 mil millones de inversión.

Pero, ¿los de corto plazo?

Hay 10 proyectos, con una demanda de inversión de $10 mil millones, que pueden entrar en operaciones en muy corto plazo, como Zafranal, Inmaculada, que pueden generar exportaciones adicionales por $7 mil millones e ingresos tributarios por S/5 mil millones.

Y ¿el Gobierno?

Es alto el costo que tienen para la economía los mensajes contra la actividad privada, sobre todo contra la minera, como la declaración sobre el cierre de minas de la premier (Mirtha Vásquez) en Ayacucho, y la paralización del corredor minero del sur, por un mes. El Gobierno no toma ninguna medida y con esta actitud manda un mensaje político, que no está dispuesto a ofrecer un ambiente propicio para las grandes inversiones.

¿Se debe declarar en emergencia el corredor minero?

Este corredor ya es un activo crítico nacional, por tanto, no requiere declaratoria de emergencia. El problema de Las Bambas es que hay 10 comunidades, ubicadas a 200 kilómetros, que quieren que las contraten, en exclusividad, 50 camiones; que les aseguren una rentabilidad de S/1 millón por camión al año, entre otros pagos. El Estado o la fuerza pública puede restablecer el Estado de derecho, el libre tránsito, sin interrumpir las negociaciones.

¿Cuál es el tema de fondo?

La toma de carreteras encuentra terreno fértil en la gente que vive cerca de la zona minera, que sigue siendo indignamente pobre. Las regiones mineras reciben groseras cantidades de dinero, que se han ido, principalmente, en corrupción o en obras mal hechas, o dinero que no se gastó y regresa al Tesoro Público. Aquí si hay una agenda pendiente; hay varias propuestas que se pueden hacer, como asesorar en la elaboración de expedientes técnicos para agilizar las obras. Desde hace muchos años, soy partidario del cheque minero para compensar monetariamente, directamente, a esas personas, priorizando a los más pobres. Cuando se individualice el beneficio de la minería, podrá individualizarse cuánto cuesta que pare la minería. Con el corredor parado pierden la empresa, el Estado y la población que vive en la zona, que no es consciente de lo que implica la toma de carreteras y parar la producción. Lamentablemente, el Gobierno ha empoderado a los revoltosos, a los antimineros radicales, con declaraciones falaces como las de la premier en Ayacucho, de no ampliar las fechas de cierre de minas. En tres meses se ha erosionado mucho al Perú como un destino para las grandes inversiones mineras.

¿Cuál sería la primera señal clara del Gobierno para los inversionistas?

Una señal poderosa sería que actúe el Ministerio Público para despejar y restablecer el libre tránsito en el corredor minero, como medida inmediata. Además, el Gobierno tiene que trabajar sobre las normas referidas a las exploraciones mineras para reponer reservas.