Reactiva Perú: Las subastas realizadas por el BCR el último martes fueron declaradas desiertas.
Reactiva Perú: Las subastas realizadas por el BCR el último martes fueron declaradas desiertas.

De los S/ 30 mil millones destinados para créditos para la segunda fase de Reactiva Perú, hasta el momento el Banco Central de Reserva (BCR) ha logrado adjudicar S/ 24.800 millones. Sin embargo, en las últimas semanas hubo menor demanda por parte de las entidades financieras en las últimas subastas.

Como se sabe, el BCR coloca los créditos en bancos, previa opinión de Cofide, que es un banco de segundo piso, y los bancos ofrecen los créditos. Para Carlos Adriánzen, decano de la facultad de Economía de la UPC, ninguno de los tres actores de esta cadena tiene responsabilidad.

“Los tres están funcionando bien. Lo que falla es la política económica. Estás dando plata y estás trabando la producción”, afirmó, haciendo referencia a la serie de reglas que contraen la demanda y elevan sus costos, como son los protocolos sanitarios.

Adrianzén pone como ejemplo un restaurante, que hoy en día funciona a la tercera parte de su aforo, y que además tiene costos más altos por los protocolos. El negocio es inviable por decisión del gobierno, apuntó. “Los bancos, BCR y Cofide están actuando bien, el MEF está actuando mal”.

Explicó que al elevar los costos, la demanda de quien puede comprar esa producción más cara es menor. Entonces, los bancos cuando quieren colocar los créditos, se encuentran que tienen al frente a muchas empresas que no los quieren.

“Las empresas más competitivas tratan de mantenerse viables, y están las otras que te piden el crédito desesperadamente porque no te van a pagar, y un banco inteligente no te presta. Por lo tanto no tiene demanda COFIDE, ni el BCR”, argumentó el economista.

En esa línea, Adrianzén señaló que Reactiva Perú no debe prestar a quien le pide, sino a quien te puede devolver. Mientras la política del protocolo sea tan irracional como lo sigue siendo, necesariamente se reducirá la demanda de las empresas y elevando sus costos, refirió.

Fernando Ruiz Caro, presidente de la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC) y presidente de Caja Cusco, expresó por su parte que el diseño del programa afecta para que se puedan colocar más créditos.

“En esta segunda etapa, a pedido de nosotros como gremio, se incluyó a las empresas que están al límite de la formalidad por su historial financiero, que son las microempresas”, comentó Ruiz Caro. Sin embargo, según reglamento, solo calificaban las microempresas con un historial crediticio que no supere los S/ 20 mil como capital de trabajo.

De esta manera, queda de lado todo el rubro de pequeña empresa, que tienen créditos de entre S/ 20 mil a S/ 300 mil, y donde está concentrada la mayor parte del bolsón de financiamiento. “Esa es un limitante que advertimos en el reglamento, pero que no pudo ser cambiado”, precisó.

Otro punto que señala Ruiz Caro es sobre el pedido al BCR para que hayan subastas separadas entre las entidades especializadas en microfinanzas y la banca comercial en general, ya que las tasas de referencia con las que sale Reactiva significa , de alguna manera, un subsidio al cliente.

“Los costos operativos de las microfinancieras son altos. Entonces, las nueve cajas hemos participado en las subastas, pero eso significa de alguna manera subsidiar estos créditos. Caja Cusco es la que más ha participado en las subastas por una decisión de apoyar a los emprendedores”, subrayó.

Para el directivo, el bolsón de clientes y gente que fue precalificada se ha ido acabando, y evaluar nuevos clientes en algunas zonas del Perú, sobre todo las que están en cuarentena focalizada, se hace difícil y costoso. Para una entidad microfinanciera presentarse por un cliente que no conoce, es un riesgo.

MEDIDAS A TOMAR

En este contexto, Adrianzén cree que para ayudar a las mypes y pymes se necesita una reactivación inteligente, dictando reglas de protocolo viables, y no “ridículamente recesivas”, que además incentivan la informalidad.

El economista dijo que las medidas actuales vienen causando un efecto negativo máximo, aumentando la informalidad, los contagios y de paso provocando la recesión de la economía. “La gente no ha dejado de pagar [a los bancos] por mala, sino porque no la dejan trabajar”, añadió.

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