Suiza, uno de los países más ricos del mundo, se prepara para debatir por estos días normas sobre el dinero que administra.
Este año se esperan dos posibles referendos nuevos: el primero sobre la introducción de un salario mínimo y el segundo -el más polémico- sobre un ingreso básico garantizado para todos los residentes legales, estén trabajando o no.
Enno Schmidt, partidario del ingreso básico universal, considera que los 2500 francos suizos propuestos ($2800) al mes, son apenas suficientes para sobrevivir y que, de cualquier modo, una sociedad en la cual la gente trabaja solo porque necesita tener dinero "no es mejor que la esclavitud".