Adolf Edwin Ancasi Batallanos, pintor arequipeño. Foto: Cortesía.
Adolf Edwin Ancasi Batallanos, pintor arequipeño. Foto: Cortesía.

Reconocido acuarelista con más de 70 concursos en su haber, Adolf Ancasi nos habla sobre su trayectoria artística, su formación multidisciplinaria y cómo ha logrado plasmar la esencia de Arequipa en sus obras que hoy se encuentran en colecciones de varios países.

¿Cómo influyó tu formación en economía en tu carrera artística? Aunque mis primeros años de estudio estuvieron enfocados en la economía, esta disciplina me proporcionó herramientas valiosas que hoy aplico en mi carrera artística. Los conocimientos adquiridos en economía social, materialismo dialéctico y la lectura de El Capital de Karl Marx me enseñaron a gestionar de forma estratégica mis recursos pictóricos. Esto me permite optimizar materiales sin comprometer la esencia de la idea que deseo expresar. En mi proceso creativo, busco obtener resultados que combinen calidad, eficiencia y arte, lo que a su vez facilita la generación de ingresos sostenibles.

¿Qué te inspiró a especializarte en la técnica de acuarela? Aunque no me autodefino como un gran acuarelista, he incursionado en esta técnica para participar en concursos como Mitchell CIA, ICPN y el Británico, logrando ser finalista y obtener reconocimientos a nivel nacional e internacional. Durante mi formación en la Escuela de Bellas Artes, el maestro Luis Palao fue una figura inspiradora para mí y muchos compañeros. Intentábamos emular su maestría, aunque nunca conseguí replicar su estilo o copiar sus obras. Años después lo conocí personalmente, forjamos una amistad y compartimos exposiciones en los “Pintores Alfeñiques”. Esta técnica, con su sutileza, siempre me ha impulsado a buscar una expresión más personal y auténtica.

¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? Mi mayor inspiración ha sido mi madre. Incluso en los momentos más difíciles, fue mi mayor apoyo. A pesar de no saber leer ni escribir, su experiencia de vida le dio una gran sabiduría. Mi padre, con estudios primarios, nunca comprendió mi elección artística él anhelaba para mí carreras tradicionales como derecho o ingeniería, pero mi vocación no residía allí. Tras renunciar a todo, llegué a la Escuela de Bellas Artes Carlos Baca Flor, un lugar donde sentí que podía seguir mi propio camino, aunque inicialmente fue por seguir a un amigo. Cuando le dije que quería ser pintor, su reacción fue de rechazo. En todo este proceso, mi madre fue mi aliada, alentándome constantemente en mi taller y preguntándome si estaba trabajando. Ella fue mi faro. Lamentablemente, partió antes de ver los frutos de su apoyo. Estoy seguro de que, desde donde esté, se siente feliz con lo que he logrado.

¿De qué manera tu experiencia en la Guardia Civil impactó tu visión creativa? Durante los diez años que dediqué a la Guardia Civil, mis inquietudes artísticas quedaron en segundo plano, absorbidas por las exigencias del servicio. La creatividad permaneció latente. Sin embargo, dentro de la institución encontré otra vía para mi pasión: el fútbol. Tuve el honor de defender sus colores en el equipo “Ciclón”, mi creatividad la desarrollé en mis pies.

¿Qué elementos del paisaje arequipeño buscas destacar en tus obras? Mi principal fuente de inspiración es el paisaje urbano y la arquitectura de Arequipa. Exposiciones como El color del sillar y La magia de tu suelo exploran esta conexión. Busco revelar la belleza del cielo arequipeño y la esencia de su entorno. Me guía la obra de Joaquín Torres. Como él elevó las estructuras arquitectónicas en su “constructivismo mental”, yo quiero destacar la riqueza de nuestra arquitectura y, mediante el arte, ser un embajador de mi tierra.

PERFIL

Adolf Edwin Ancasi Batallanos. Estudio Economía (Universidad Católica Santa María), también Artes Plásticas (Escuela de Bellas Artes Carlos Baca Flor, Arequipa). Seminario “Tema y Técnica en la acuarela” (Centro Cultural Peruano Norteamericano.

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