Ancianitos damnificados de La Rinconada por lluvias reciben ayuda
Ancianitos damnificados de La Rinconada por lluvias reciben ayuda

Lo perdieron todo. Juana Winchi Catari (72), su esposo tiburcio Vilca (90) e hija no tenían dónde dormir desde hace dos días, debido a la lluvia que ingresó a su vivienda y arrasó con sus pertenencias, pero hoy recibieron las donaciones de una cama, colchones y frazadas, algunos muebles y herramientas para refaccionar la vivienda. 

El comité de damas junto al gobernador Elmer Cáceres Llica trasladaron los apoyos e instalaron los muebles. La autoridad señaló que mejorarán la vivienda y protegerán el techo para que el agua no vuelva a ingresar.

Además, exhortó a los alcaldes a trabajar en conjunto para el drenaje pluvial de todos los distritos.

Juana Winchi Catari vive en el pueblo joven La Rinconada en el distrito de Mariano Melgar y es la cabeza del hogar, debido a que su esposo tiene dificultades visuales y auditivas debido a su avanzada edad, mientras que su hija tiene una discapacidad severa.

El agua ingresó por el techo y por la puerta, sin que los adultos mayores y los vecinos puedan controlarlo. El agua ingresa desde las zonas altas, aunque La Rinconada fue considerada de alto riesgo.

El aguacero no solo mantiene atemorizados a doña Juana, sino también a familias de los pueblos de Berlín, Cerrito Belén y a los de la octava cuadra de la calle Sudamérica.

Aunque el reporte del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER), detalla que en el distrito melgariano son 15 viviendas afectadas, solo en Berlín, según el presidente del asentamiento humano, Benigno Apaza, suman 46. “La lluvia derrumbó muros de algunas casas y ha bloqueado la vía de ingreso, por eso los carros no llegan”, dijo el dirigente.

En los otros dos sectores antes mencionados, durante la mañana, ante la falta de personal del municipio que los ayude a limpiar el barro y quitar las piedras, los abuelitos cogieron palas e hicieron lo posible para despejar la zona. “Yo estoy enferma, pero si no lo hago quién lo va a hacer. No han venido los del municipio, queremos sacos y plásticos para protegernos porque va a llover de nuevo”, dice Guillermina, una de las afectadas.

ALBERGUE INUNDADO

Al otro lado de la ciudad, en Socabaya, donde más de 74 viviendas afectadas y otras 15 damnificadas; siete adultos mayores, cuyas edades oscilan entre 70 y 90 años, se quedaron sin hogar.

Ellos fueron albergados en una vivienda de la Fundación Betty Linares, pero la tarde del martes, por el ingreso de lodo, quedó inhabitable.

“Todo está mojado, no solo las camas donde duermen (los ancianos) sino también las donaciones. Teníamos un taller de carpintería donde se trabajaba para conseguir recursos, también todo está así (dañado), dice molesta Eliana Escobedo.

La representante de la fundación, al igual que otros cinco vecinos de la tercera cuadra de la Av. Salaverry, en la Urb. Lara, culpan al alcalde por los estragos.

“En noviembre le hicimos llegar un documento al alcalde donde se le dice que no se debe derivar el agua por esta calle, sus funcionarios hicieron una zanja, pero donde va a circular el agua. El alcalde tiene que responsabilizarse de los daños”, señaló Vicente Yucra.