Aciertos, errores y retos del alcalde de Arequipa, Omar Candia por la pandemia de coronavirus

Ante la pandemia mundial causada por el coronavirus, los líderes de las ciudades en el Perú se enfrentan con el desafío de controlar la propagación del virus en sus localidades, pero a su vez cuidarse de erosionar el aparato económico local y el alcalde de Arequipa Omar Candia Aguilar no es la excepción.

La gestión de la crisis generada por la COVID-19 ha producido varios traspiés en las decisiones de la autoridad municipal y también aciertos en medio de un campo minado como es la propagación agresiva de la enfermedad que reportó el primer caso positivo el pasado 7 de marzo.

Según los datos del rubro ‘Recursos Covid-19’, en el portal de Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), cuya información se actualiza diariamente, hasta el 8 de agosto del 2020, la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA) se ubicaba en el puesto 11 con un gasto del 81.4% del Presupuesto Institucional Modificado (PIM) que les corresponde y que asciende a 788 mil 114 soles. Figurando así como la jurisdicción, entre 29, que le dio un uso regular-malo al dinero destinado a atender los tópicos claves para combatir la pandemia en el territorio.

En conjunto, todos los municipios de la provincia de Arequipa han ejecutado el 64.4% de S/ 9, 371.717. Es decir, los distritos y el municipio provincial son los que menos uso le dan a las transferencias de Gobierno de 8 provincias que tiene la región.

No hay agenda para afrontar los problemas

Los analistas consultados por Correo coinciden en que, si bien el virus de Wuhan (China) tomó por sorpresa al mundo, eso no quita responsabilidad a las autoridades.

Para el sociólogo y docente de la Universidad Nacional de San Agustín y, Católica de Santa María, Mario Berrios, la coyuntura actual era un probable escenario debido a la ubicación geográfica de Arequipa.

“Estamos en una zona de riesgo, si por un lado no se prevé una pandemia, si se pudo haber previsto un desastre natural donde la gente requiere lo que ahora: atención médica, alimentos, trabajo, entre otros”, señala.

Gonzalo Banda, politólogo, indica que no se tuvo una agenda para mediar con los principales problemas que tiene la ciudad: transporte, comercio informal, mercados y obras, más en el camino aún, el edil tiene la oportunidad de cambiar esta realidad.

Banda resalta que es un desafío para el burgomaestre comprender el complicado sistema de transporte que ha persistido por muchos años.

“Hacer que el transporte público sea seguro es un reto, insistir con aplicar los protocolos, realizar muestreos constantes a cobradores y los mismos pasajeros será una oportunidad de cambio en esta situación”, indica.

El especialista en transportes Geoffrey Rivas, explica que el equipo técnico de Candia no comprendió que una crisis sanitaria ameritaba cambiar de un modelo económico a uno social en el transporte. Para él, la decisión acertada era modificar las rutas según la demanda de empleadores. En tanto, Berrios señala que respetar los protocolos y un buen cuidado dentro de las unidades, en gran medida está en las manos de cada ciudadano.

25 zonas críticas por presencia de ambulantes

El comercio informal se ha posicionado en las zonas periféricas de varios mercados en la ciudad.

La Gerencia de Seguridad Ciudadana y Administración Tributaria de la Municipalidad de Arequipa mapeó 25 zonas críticas solo en el Centro Histórico con alto nivel de contagio por la aglomeración de personas.

La gestión de Candia dio oportunidad a emprendedores formales en ocupar espacios de la administración para expender sus productos de manera segura. Pero el gran grueso de vendedores que ocupan las calles es informal.

El economista, Patricio Quintanilla, señaló que en esta situación una diferenciación de formal e informal está fuera de lugar y que despojar de sus productos y desalojar a los mercaderes no es la solución para el problema. “El sector informal es el 70% de trabajadores del país. Son una parte importante de la economía, y si salen y se exponen es para poder generar que comer y sobrevivir”, dijo.

La reubicación de este grupo sería la mejor opción, según Quintanilla, de está manera se tendría el control de la comuna provincial y asegurarían la protección de la población.

Sin embargo, ahora las autoridades han optado por repeler estos focos de contagio poniendo rejas en principales calles.

Berrios añade que la limpieza es otro gran problema por estos días.

El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental reportó seis denuncias ambientales contra municipios durante la pandemia e incluye a la comuna provincial.

“Dotar de los instrumentos y equipo para evitar que el personal de limpieza no se contagie es primordial (…) falta coordinación con las diferentes municipalidades, parece que cada uno ve por su lado”, sostiene.

Oportunidad para Omar Candia

Para Banda, ahora el alcalde tiene la posibilidad de ser un articulador y cumplir una función de bisagra frente “al papel muy limitado del Gobierno Regional de Arequipa tratando de estudiar la tensión, los réditos políticos y detener conflictos”. En ese sentido, deberá aprovechar y crear un plan de inversión ambicioso para que el Ejecutivo dote de obras públicas a la provincia. De esta forma, se paliaría los meses duros que pasaron y vendrán para la entidad por la falta de recaudación, medio usado para toda la operación y servicios que ofrece el municipio a la ciudadanía.

Según Harold Nina, gerente de Administración Tributaria, en un mes normal se percibía S/7 millones y ahora no supera los S/3 millones de ingresos a la arca municipal. A esto se suma el limitado personal con el que cuentan y aquellos funcionarios que decidieron abandonar la gestión por temor al contagio, tras varias muertes de personal e incluso altos funcionarios que perecieron por la enfermedad cumpliendo su labor.

El politólogo considera que el testimonio personal de Candia haciendo frente a la COVID-19 en su organismo genera una imagen de protección positiva en la población debido a que se tiene una percepción de superación a los desafíos de esta pandemia.

Mientras que, para el Estado el principal reto es replantear sus funciones debido al abandono total al sistema Educativo y Salud durante largos años, evidenciado en la emergencia. La inversión en ambos espacios es fundamental, caso contrario nada se habrá aprendido de esta lección, según Berrios.

100 Trabajadores de despacho y obreros de la municipalidad adquirieron la COVID-19.

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