Arequipa: Alumnos invidentes y su lucha en la pandemia para seguir estudiando

Milagros Solorio tiene 13 años y es ciega de nacimiento. Terminando el colegio quiere ser abogada. Siente que es su responsabilidad levantar la voz por los que no pueden defenderse. A su corta edad vive en carne propia la indiferencia del sistema por no respetar uno de sus derechos fundamentales: la educación.

Vive en una humilde casa junto a su familia en la Asociación de Luz y Alegría, en Paucarpata, que reúne a personas con discapacidad visual. Cursa el segundo grado de secundaria en el colegio Padre Pérez De Guereñu, ubicado a unas cuadras de su vivienda y su curso favorito es matemáticas.

Educación a distancia no efectiva

Con la educación a distancia por el coronavirus, precisamente es la materia donde dice que se siente pérdida. “Trato de seguir las clases, pero no aprendo como antes”, explica mientras sostiene el único celular de la familia para escuchar su clase. Su madre, Roxana Loayza (30), dice que los esfuerzos para apoyarla cada vez se hacen menos efectivos “Nos prestamos una máquina Perkins para que pueda tener los textos que envían los maestros, el celular se sobrecalienta y recargamos diariamente cinco soles para tener internet”, manifiesta. La tablet que entregó el colegio a inicios de año está almacenada desde que se decretó el estado de emergencia.

La historia se repite con Maricielo Peralta (15), estudiante invidente también en Pérez De Guereñu. La forma de enseñanza por la pandemia ha mellado sus conocimientos. “Cuando asistía al colegio al menos podía preguntar, ahora los profesores piensan que todos tenemos internet”, sostiene.

Alumnos invidentes sin máquinas Perkins

La especialista de Educación Especial de la Gerencia Regional de Educación, Iracema Bustinza, admite que las máquinas Perkins (que permite la escritura Braille) no fueron entregadas a los estudiantes invidentes por dificultades en la coordinación. En Arequipa, existen un total de 995 alumnos con necesidad educativas especiales asociadas a discapacidad moderada y 945 con discapacidad severa o multidiscapacidad.

“No tenemos reporte de alguna deserción. La educación especial es individualizada seguimos adecuándonos a los cambios”, indica. Mientras eso ocurra, alumnos como Milagros y Maricielo esperan poniendo su educación en riesgo.

DATO. Catorce mil estudiantes de Arequipa no estudiaron durante el primer semestre del 2020.