Los más pequeños, de la cuna jardín de la UNSA, se mostraron muy participativos. Foto: Difusión.
Los más pequeños, de la cuna jardín de la UNSA, se mostraron muy participativos. Foto: Difusión.

Alguna vez, todos los profesionales hemos tenido que hacer prácticas profesionales, para llevar ese conocimiento aprendido en un primer bloque, una primera experiencia. Pero solo algunas carreras tienen un impacto emocional tan grande, como aquellos que se centran en la persona, en su salud y en una medida más extensa, en su salud mental

En efecto, nos referimos a los jóvenes psicólogos que con cuadernos en mano y una vocación palpable, intentan tejer una red de bienestar a dondequiera que vayan.

El magister Christian Nina Cháves quiso llevar este servicio más allá de lo ordinario, pues decidió, junto a los alumnos de la escuela de Psicología de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), crear el curso “Programas Psicoeducativos”, el cual ya ha llevado ayuda emocional y psicológica de 300 personas, entre docentes, escolares y familias enteras.

“Cada uno de estos jóvenes profesionales realiza esta labor con tanta pasión, más aún cuando saben que contribuyen con su sociedad, con los escolares, sus padres, sus profesores y dándoles un verdadero aporte a una buena salud emocional, aquella que es muy importante en la formación de los niños”, dijo Nina Cháves.

RECORRIDO

Desde Miraflores hasta el cono norte, la huella de estas intervenciones es palpable. En el colegio N° 40135 Teniente Ferré, 56 estudiantes de primaria exploraron los cambios de la pubertad; en la Francisco Javier de Luna Pizarro, 47 personas (alumnos, padres y docentes) fortalecieron su autoestima y abordaron la prevención de drogas y sexualidad. La Institución Educativa (IE) Aire Libre vio a más de 220 personas construir su “Escudo personal” para reforzar la autoestima, mientras que en la Gilberto Ochoa Galdós, 30 beneficiarios aprendieron sobre autocuidado.

Incluso los más pequeños, en la Cuna Jardín UNSA y la I.E.I. Ciudad de Dios, ubicado en el distrito de Yura, participaron en sesiones lúdicas sobre atención, motricidad y regulación emocional, mostrando gran interés y descubriéndose así mismos.

Cada taller, cada dinámica, cada cuento, es una semilla de cambio.

“Ha sido gratificante ver cómo nuestras intervenciones generan cambios reales, no solo en los estudiantes, sino también en sus familias y profesores. Este tipo de formación nos prepara para una psicología con impacto social”, compartió con emoción Romina Choque, delegada del curso.

Las actividades continuarán en las próximas semanas, reafirmando el espíritu agustino de servir con ciencia y conciencia, construyendo un futuro más sano y consciente para todos.

VIDEO RECOMENDADO: