Ellas son las encargadas de recibir al “Niño Manuelito”, no estarán con sus familias, pero sienten una gran satisfacción sabiendo que su labor es importante. (Foto: GEC)
Ellas son las encargadas de recibir al “Niño Manuelito”, no estarán con sus familias, pero sienten una gran satisfacción sabiendo que su labor es importante. (Foto: GEC)

A Diana Villanueva varias veces le ha tocado ausentarse de su casa en fechas importantes como la Navidad. Mientras la mayoría pasa la Nochebuena compartiendo en familia, ella ha tenido que estar en correteos para atender a los ‘Manuelitos’ que nacen bajo la luz de la estrella de David. “Son una bendición y los esperamos como si fueran nuestros”, dice con cálida voz la experimentada enfermera, que es una de las guardianas de la buena nueva que tiene el hospital Honorio Delgado Espinoza.

En el área de Ginecoobstetricia del hospital, el personal ha armado pesebres y han colocado luces y arreglos para celebrar la Nochebuena con con sus pacientes, aunque no es lo mismo que estar en casa, el objetivo es que tengan calidez y se sientan acompañadas en un momento tan importante como lo es el nacimiento de un bebé.

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Tradición

En Navidad, la tradición manda que se arregle la mesa principal de casa y se coloquen los manjares que se compartirán durante la cena de medianoche, pero esto no sucede en casa de Diana.

Su familia sabe que cada tres años estará fuera por su trabajo y ante sus reiteradas ausencias a lo largo de los años, decidieron que este encuentro se traslade definitivamente para la tarde del 25 de diciembre, horas después de su llegada a casa y de un corto descanso para recuperar fuerzas.

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Mis hijos están mayores, incluso tengo nietos, pero uno de ellos me sigue reclamando porque los dejaba en Navidad de pequeño y sigue ocurriendo lo mismo ahora. De todos modos, mi trabajo ha tenido un impacto en mi familia que no pueden superar pero es lo que hago y soy feliz atendiendo a mis pacientesdice Diana.

Reconocer. A la obstetra Karla Flores le pasa lo mismo con sus hijas menores. Desde el 2019 labora en el hospital y en los dos últimos años le ha tocado estar fuera de casa. La pandemia por el COVID hizo que varias de sus colegas no puedan hacer trabajo presencial y ante la necesidad de personal para atender a las madres durante el parto, pasó la Navidad trabajando.

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A quién no le gusta estar con sus hijos y celebrar ese momento tan especial que es recordar el nacimiento de Jesús. Pero es también gratificante estar la Nochebuena recibiendo a un bebé, es como tener a Jesús en nuestros brazos. Sentimos no estar con nuestra familia, pero es lo que nos toca, por eso abrazamos esta carrera y es lo que nos toca”, dice la joven obstetra. Los reclamos previos a la Nochebuena, se alivian en algo al escuchar el primer llanto de la nueva vida.

Gestos que marcan

En Navidad, los sanitarios tratan en la medida de lo posible, de que la celebración de sus pacientes sea lo más parecido a lo que viven en sus casas. Hasta antes de la pandemia se hacía una excepción a la norma y se permitía el ingreso de los padres para que compartan un breve momento el nacimiento de su hijo, no obstante, solo sucedía cuando eran pocas las pacientes con sus bebés. Ahora las restricciones por el COVID lo impiden. “Nosotras les damos ese soporte emocional antes, durante y después del parto. Estamos con ellas en todo momento para que no se sientan solas”, añade la especialista.

Belén, María Jesús, David,  son algunos nombres que usualmente colocan los padres a sus hijos nacidos en la nochebuena pero, hay otros completamente distintos y no tienen ninguna relación con esta fecha, pero sí con quienes estuvieron presentes.

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Kalesi Karla fue una de las bebés que nació en la Navidad del primer año de la pandemia, su madre, natural de la provincia cusqueña de Chumbivilcas, le puso a su hija el nombre de la joven obstetra como señal de agradecimiento por el acompañamiento y la atención recibida.

No teman, porque yo vengo a comunicarles una buena nueva ,que será motivo de mucha alegría. Hoy ha nacido para ustedes en la ciudad de David un Salvador que es Cristo Señor”, dice uno de los pasajes del Evangelio de Lucas, que cuenta la historia del anuncio del nacimiento de Jesús. Como los pastores que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño, cada Nochebuena son las asistenciales de velar por el cuidado de cada bendito nacimiento.

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