Debido a un cuadro de cáncer avanzado, necesita recibir un tratamiento de quimioterapia. (FOTO: GEC)
Debido a un cuadro de cáncer avanzado, necesita recibir un tratamiento de quimioterapia. (FOTO: GEC)

Hace una semana, dimos a conocer que en el hospital Honorio Delgado, los médicos atienden el delicado caso de una joven gestante que a la vez afronta un cáncer de cuello uterino en estado III. Con la enfermedad avanzada y el tiempo en su contra, la joven de 27 años eligió interrumpir el embarazo para iniciar de inmediato su tratamiento. Lo hizo no solo por su propia vida, sino pensando en los dos hijos pequeños que esperan por ella y a quienes quiere acompañar el mayor tiempo posible.

Daniel Santos, jefe del área de Obstetricia del hospital, explicó que la paciente enfrentaba dos caminos. El primero consistía en continuar con el embarazo (tenía 21 semanas de gestación) hasta aproximadamente la semana 34, para poder realizarse una cesárea y permitir el nacimiento del bebé. Sin embargo, este escenario implicaba retrasar varios meses el inicio de la quimioterapia y la radioterapia, tratamientos indispensables para intentar salvar su vida. Dado lo avanzado del tumor, cada semana contaba.

La segunda opción, la que finalmente eligió, fue solicitar la interrupción terapéutica del embarazo, un procedimiento legal que se efectúa cuando la vida de la madre está en riesgo. En este caso, los médicos realizaron una histerotomía, una incisión en el útero que permitió extraer al bebé y luego volver a cerrarlo.

La paciente, madre de dos niños, decidió priorizar la posibilidad de acompañarlos por más tiempo. “Ella quiere estar aquí para sus hijos. Esa fue su reflexión”, explicó el especialista, quien recalcó que el cáncer ya no era operable y que la única opción para mejorar su pronóstico era iniciar la terapia cuanto antes.

El médico refirió que este tipo de casos suele presentarse en el hospital. En lo que val del año, es la segunda ocasión en que se aprueba una solicitud de interrupción terapéutica del embarazo, la anterior fue en una paciente con una falla renal grave. Hubo otras solicitudes referidas a malformaciones fetales, ninguna de ellas procedió porque no están contemplados en la ley.

PREVENCIÓN

El especialista enfatizó que en el Perú más del 99% de los embarazos no son planificados. Es por ello que la mayoría de las gestantes que llegan a los hospitales públicos, como el Honorio Delgado, son de alto riesgo por complicaciones que se pudieron evitar.

El doctor Santos recomendó que toda mujer debe realizarse un chequeo integral antes de buscar un embarazo para identificar enfermedades que podrían complicar su salud, como problemas cardíacos, insuficiencia renal, obesidad o sobrepeso; condiciones que aumentan el riesgo de diabetes gestacional, preeclampsia, hemorragias o partos por cesárea.

Asimismo, resaltó que un control ginecológico anual permitiría detectar lesiones precancerosas en el cuello uterino y evitar diagnósticos tardíos de cáncer, como el que enfrentó la paciente del caso. Subrayó que basta un Papanicolaou al año para prevenir esta enfermedad altamente evitable. También recomendó mejorar los  hábitos de vida  con alimentación saludable, actividad física y evitar sustancias nocivas, antes de concebir.