La mañana del último lunes, el jornalero Elisban Huillca Ccahuana, de 30 años, se presentó ante los detectives de Homicidos de la Divincri para confesar que su expareja y madre de sus menores hijos, Bárbara Madueño Huayhua, yacía sin vida al interior de su vivienda, en el distrito de La Joya. Confesó que la había matado tras varios episodios de violencia, 15 de ellos cometidos en el último año y denunciados ante la Policía que no pudo darle la protección dada por mandato judicial.
La presencia del trabajador ante los detectives no fue un acto voluntario de arrepentimiento por lo que había hecho, sino una recomendación de su abogado, ya que el feminicida había acabado con la vida de Bárbara durante la madrugada del domingo.
Tras la confesión del trabajador, los detectives y peritos de criminalística se trasladaron hacia la vivienda ubicada en la zona C del sector de El Triunfo, en el distrito de La Joya para inspeccionar la vivienda en la que yacía el cuerpo de la víctima.
VIOLENCIA
Bárbara era natural de Chumbivilcas, Cusco, y hace más de una década conoció a Elisban, quien se convirtió en el padre sus hijos de 10 y 3 años. La joven madre laboraba en los campos de cultivo de La Joya y según sus familiares, desde el inicio de la relación sufrió continuas agresiones.
Según la información de la Policía, durante el último año la víctima realizó 15 denuncias policiales contra el jornalero por violencia familiar; sin embargo, en algunos casos Bárbara no se presentó a las diligencias de investigación y en otros decidió desistir en su denuncia, quizás amenazada por el ahora feminicida.
Abrumada por la constante violencia en la que vivía, hace unos meses decidió separarse, Barba vivía con el menor de sus hijos y el padre con el mayor.
“Pensamos que el hombre había reflexionado, porque antes también había atacado a Bárbara. Esta vez logró quitarle la vida”, dijo el tío de la víctima, a quien recuerda como una joven alegre y trabajadora.
La madrugada del domingo. Elisban se presentó en la casa de su pareja con su hijo mayor e hizo que junto a su hermana permanezcan en una de las habitaciones de la vivienda para él dirigirse al cuarto de la víctima donde discutieron, acusándola de una supuesta infidelidad, a pesar de su separación.
ASESINATO
Los reclamos se transformaron en muerte, pues el trabajador cogió por el cuello y le cortó la respiración hasta matarla. El feminicida alega que el asesinato fue un arranque emocional, pero los detectives sospechan que lo hizo de manera premeditada, pues había llevado gasolina a la casa para quemar el cuerpo de la víctima. Los peritos hallaron lesiones compatibles con quemaduras a la altura de la cadera de la mujer. intentó deshacerse del cuerpo antes de marcharse de la casa con sus hijos, a quienes entregó a uno de sus hermanos
POCOS POLICÍAS
En Arequipa, los juzgados han emitido 7 mil 775 medidas de protección a mujeres víctimas de violencia; sin embargo, las disposciones que deben ser cumplidas por la Policía son más que los 5 mil 196 efectivos que laboran en toda la región Arequipa. En La Joya se han dado 400 medidas de protección y la comisaría El Triunfo tiene dos efectivos para hacer que se cumplan.
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