Más de 3,000 pobladores del pueblo joven de Apurímac, en la parte alta del distrito de Alto Selva Alegre, corren el riesgo de quedarse sin atención médica. El centro de salud enfrenta un inminente cierre debido al colapso progresivo de su infraestructura. Desde el 20 de febrero se han registrado tres desprendimientos de techo, sin que hasta ahora se ejecuten acciones de reparación.
El dirigente vecinal Elvis Ferrofín informó que los ambientes afectados incluyen el laboratorio, los servicios higiénicos y otra sala de atención, actualmente inoperativas. “Se firmó un acta con autoridades para atender la emergencia en tres meses, pero hasta hoy las autoridades brillan por su ausencia”, denunció.
PROMESA
Entre los compromisos asumidos y no cumplidos figuran: La intervención del Gobierno regional para restaurar la estructura, la instalación de módulos provisionales en el complejo Jáuregui y un diagnóstico situacional prometido por la comuna distrital. Ninguna de estas acciones se ha concretado. Ferrofín recordó que el centro atiende entre 100 y 150 personas a diario, muchas de ellas de escasos recursos. “Hacemos un llamado urgente para que cumplan lo pactado y resanen la posta. Esta situación pone en peligro a toda la comunidad”, señaló. Mientras tanto, la población sigue acudiendo al deteriorado establecimiento, a pesar del riesgo que representa.
RECLAMO
Los vecinos se reunirán para acordar medidas de protesta y exigir acciones a las autoridades.
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