El aroma dulce a canela, anís y leche fresca inundó la plaza principal del distrito de Quequeña este domingo 16 de noviembre, cuando se presentó el zango más grande de toda la región, que medía 10 metros de largo por 60 cm de ancho y 6 cm de alto. El tradicional postre fue repartido a 500 pobladores que acudieron al lugar desde las 11:00 horas.
Esta tradición ha sobrevivido siglos, ya que el zango es un postre ancestral hecho a base de trigo tostado y molido, mantequilla, leche, chancaca, maní y especias. Según contaron los que prepararon, el alimento tiene raíces profundas en la cultura andina, mezcladas con influencias coloniales que moldearon su sabor característico.
Históricamente, fue un alimento de subsistencia para esclavos y familias rurales, pero su receta se transformó en un símbolo de identidad arequipeña que atraviesa generaciones, sobre todo en el distrito de Quequeña que está de aniversario y entre sus actividades presentó el plato emblema.
Una de las guardianas del sabor del postre es Emperatriz Valdivia de Marroquí, quien compartió la receta tal como la heredó de sus ancestros. Explicó que el secreto del zango está en hervir con paciencia la leche fresca con canela, clavo y anís, mezclarla con leche para darle cuerpo y mover sin descanso la olla para evitar grumos.
“Es simple, pero hay que saber el punto exacto para que todos los ingredientes compacten sus sabores y así salga delicioso. Esta receta yo la aprendí de mis ancestros y pasó de generación a generación. Debes medir bien, sobre todo la harina porque se puede resecar y salir duro”, detalló.
El trigo utilizado fue molido especialmente para esta preparación gigantesca, elaborada desde tempranas horas para que el punto perfecto se alcanzara justo antes de la presentación. La mezcla espesa tomó brillo y se convirtió finalmente en la masa dulce que Quequeña conoce bien desde tiempos antiguos.
Una vez presentado, se repartieron 500 porciones listas para degustar, acompañadas de una feria gastronómica donde se ofrecieron otros platos tradicionales del distrito. El zango, además de servirse caliente, puede acompañar guisos como pepián de cuy o estofado de conejo, una costumbre que pocas zonas de Arequipa conservan.
APOYO
Los pobladores destacaron que eventos como este no solo revaloran la gastronomía local, sino que fortalecen la identidad cultural de Quequeña, un pueblo que se niega a dejar morir sus tradiciones. Cada cucharada del zango gigante fue también un homenaje a quienes lo prepararon desde hace décadas en cocinas de adobe.
Los ciudadanos que llegaron de otros distritos también formaron fila para recibir su porción de zango. Sobre todo algunos jóvenes probaban por primera vez este postre. Mientras que otros recordaban tiempos de infancia cuando comían junto a sus abuelas u otros parientes.
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