Una caja con apariencia común y llena de productos como frutas puede ocultar una amenaza letal. Dentro de estos embalajes viajan armas de fuego camufladas como encomiendas, una modalidad que creció en los últimos años y que abastece de herramientas ilegales a las bandas criminales que operan en Arequipa.
El jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri), coronel PNP Eduardo del Campo, informó que este hecho fue detectado en febrero de este año, tras un operativo en el centro comercial La Isla, ubicado en el distrito de José Luis Bustamante y Rivero. En ese lugar, dentro de un local, se hallaron un fusil, una pistola, tres cacerinas, 610 municiones de diferentes calibres, un casquillo percutado y tres accesorios de pistola.
La operación fue realizada por efectivos del Área Antidrogas de la Región Policial de Arequipa. Según las investigaciones, el local era utilizado como almacén para guardar y distribuir los armamentos, los cuales fueron enviados desde Lima como encomiendas, específicamente desde una agencia en el distrito de Puente Piedra.
“El tema es que cuando se desarrolló la investigación y se hizo este hallazgo, se logró establecer e identificar tanto al remitente como al destinatario. Esto se ha hecho conocer a la autoridad competente y se presentó la denuncia correspondiente. Actualmente, ya existe un requerimiento fiscal sobre estas personas, que aún no han sido capturadas”, indicó el coronel Del Campo.
Los armamentos suelen ser trasladados en vehículos con caletas, es decir, con compartimentos ocultos, junto a productos comunes para disimular su contenido. Las redes delictivas emplean rutas de frontera y caminos clandestinos o trochas carrozables para evitar controles policiales.
El coronel también detalló que la Policía de Carreteras no se da abasto para revisar cada unidad, debido al alto flujo de vehículos que ingresan a Arequipa. “La labor directamente compete al área de Carreteras, porque es el ente encargado del control de las vías, pero vean el sinnúmero de vehículos con dirección a nuestra región. Ellos hacen el trabajo que les corresponde”, resaltó.
Las armas, en muchos casos, provienen de otros países e ingresan por rutas informales. Esta procedencia extranjera y la falta de trazabilidad complica su identificación y control, lo que hace complejas las investigaciones. El tráfico por encomiendas es solo una parte de cómo operan las bandas criminales.
La Policía también investiga la ubicación de mercados negros en Arequipa. Aunque las indagaciones están en curso, se conoce que existen puntos donde se trafican estos armamentos, tanto a criminales como a personas sin antecedentes, lo que hace más difícil su detección.
NARCOTRÁFICO Y DROGAS
Tras la intervención en La Isla, también se evidenció el nexo entre narcotráfico y tráfico de armas. El coronel explicó que estas redes criminales están divididas por tareas: unos producen la droga, otros la trasladan y otros proporcionan seguridad, función en la que las armas son indispensables. “Indudablemente, ambos delitos están vinculados”, sostuvo.
Para solucionar este problema requiere la intervención coordinada de varias instituciones: la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec), la Policía de Inteligencia, Carreteras, la Fiscalía y el Poder Judicial.
“Se necesita mayor trabajo de inteligencia y coordinación con el Poder Judicial y la Fiscalía para lograr detenciones judiciales. Muchos casos no ocurren en flagrancia y requieren pruebas sólidas para formalizar una intervención. Nosotros proporcionamos los medios y los insumos para que se haga el requerimiento correspondiente”, explicó.
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