Mujeres tuvieron que matar a sus animales y vender su lana a empresas textiles porque no había turismo a causa de la pandemia. (Foto: Soledad Morales)
Mujeres tuvieron que matar a sus animales y vender su lana a empresas textiles porque no había turismo a causa de la pandemia. (Foto: Soledad Morales)

Con solo ocho años, bajo la guía de su madre y observando las técnicas que usan sus vecinas, aprendió a tejer prendas para proteger a sus hermanos de las bajas temperaturas de su comunidad campesina Salinas Huito, en .

Hoy, treinta y nueve años después, Silvia Álvarez es una artesana que convirtió está actividad de su día a día en un negocio sostenible que le ayudó a criar a sus tres hijos. Sus productos son de alta calidad, pues son elaborados a mano con una de las fibras más finas del mundo, la de alpaca.

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Silvia y otras 29 mujeres formaron el Grupo de Talentosas Salinas Huito, una asociación de creadoras de prendas que sueñan en exportar algún día a Europa. Sus ventas no son cuantiosas, y no cubren el esfuerzo que ponen por cada producto; pero a comparación de años anteriores, hoy sus creaciones se venden en diferentes distritos de la región Arequipa y son las favoritas de turistas.

Su dedicación les hizo merecedoras de reconocimientos entregados ayer por la por el Día del Artesano en el Salón Consistorial, Portal Municipal.

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Ezquilar, hilar, torada, teñido es todo un proceso que se hace para una sola prenda. Yo amo tejer, si no me gustara no lo haría. Le damos tiempo a cada chompa, vestido y chullo”, dijo Silvia en representación de sus compañeras. Como ellas, 44 artesanos de diferentes líneas como joyería, orfebrería, cuero, pintura, entre otros, recibieron una diploma para destacar su labor.

El representante de los Artesanos de la Comunidad Campesina de Tambo Cañahuas, Genaro Jara Yancapallo, pidió al y a la comuna de Arequipa, impulsar ferias para que vendan sus productos, pues desde que inició la pandemia han subsistido con la venta de la carne de sus alpacas y lana para empresas textiles que por cada libra pagaban 13 soles, cuando los artesanos con esa libra pueden tejer cinco pares de guantes con una textura fina y abrigadora y venderlos a 30 soles el par. “Esperamos reactivarnos”, dijo.