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Para el cinco de diciembre, los pobladores que viven en siete sectores considerados de riesgo en Cerro Colorado deberán desocupar la zona por voluntad propia, pues, desde esa fecha, la maquinaria del distrito demolerá las casas que ocupan quebradas.

“Prefiero causar mal por un día antes que futuras muertes”, advirtió el alcalde Manuel Vera a un grupo de pobladores de la asociación Acomayo, ubicada dentro de la quebrada de Azufral Pachas, por la vía 54.

CASOS. En este sector, un huaico carcomió la tierra y dejó varias casas suspendidas durante la temporada de lluvias en enero de este año. Para que esto no ocurra nuevamente, los socios hicieron un pequeño muro de contención con el que pretenden mitigar el riesgo, sin embargo, los especialistas en gestión de riesgos de la comuna cerreña no lo aprobaron.

“Esto no soportará nada”, dijeron durante la inspección a la zona junto a la fiscal de Prevención del Delito, Ana Cecilia Cordero, el alcalde y el procurador de la comuna.

Christian, un socio del lugar, señaló que ellos se instalaron en los causes por culpa de los dirigentes, pues estos habrían apartado lotes en sectores fuera del cause de la quebrada, donde actualmente no vive nadie.

“Nosotros vivíamos en ese lugar, pero con matones nos han botado hasta aquí, incluso se han quedado con un cuarto que construí de bloquetas”, se quejó el poblador. Más abajo corre el mismo riesgo la asociación Azufral Pachas.

EDIFICIACIONES. Otra zona que será intervenida es Las Lomadas, donde cuatro casas de material precario continúan en medio de la quebrada Tukos, pese a que hace un mes algunas viviendas fueron demolidas por el municipio. Cuando se llegó al lugar, unos volquetes estaban rellenando la quebrada, pero, según Justo Samayani, propietario de una de las casas de la asociación, esto se hacía para que se reforestara en el lugar.

Más abajo, entre la quebrada Tukos y El Chullo (Cayma), la torrentera es usada como depósito de agregados para construcción, una caseta de triplay sirve de casa para los vigilantes. Estos también fueron advertidos sobre el desalojo.

Por el sector de Santa María, en la margen derecha de Cerro Colorado, una casa fue construida en medio de una torrentera, el ocupante de la vivienda evitó conversar con las autoridades.

“Esta casa se tiene que sacar sí o sí”, sentenció el burgomaestre. En la misma zona se ubica la ladrillería Continental, pero está dentro de la jurisdicción de Cayma.

Otros dos sectores en la quebrada Paccha también serán desalojados.

Papeles. Ninguno de los 7 sectores que serán desalojados cuenta con documentos de formalización ni trámites

Final. Desalojo es la última parte de acción contra riesgos

La fiscal de Prevención del Delito, Ana Cecilia Cordero, señaló que el desalojo es la última parte para prevenir desastres en áreas de riesgo, pues desde febrero de este año, la comuna empezó a notificar a más de 2 mil 300 pobladores de asociaciones en zonas peligrosas. 

Esto mediante un mapeo que se hizo con drones hasta mediados de año. La Procuraduría del municipio y gerencias de Desarrollo Urbano investigaron la formalización de los terrenos.

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