Con el bautizo de Camilita, una guagua de bizcocho de más de 60 kilos y dos metros de largo, los panificadores del mercado San Camilo celebraron ayer su tercer festival de la guagua, con el propósito de mantener viva la tradición arequipeña del bautizo de este pan tradicional. La figura fue elaborada con masa de canela, rellena con manjar blanco y decorada con motivos inspirados en los tejidos y vestimentas de Chivay.
“Las ventas dentro del mercado no han sido tan favorables como en años anteriores, creo que cada vez van disminuyendo, pero la idea de este festival es llegar a más público y que todos puedan consumir las guaguas”, señaló Sofía Coila, delegada de la sección pan del mercado San Camilo. Explicó que con esta actividad buscan fomentar la unión familiar y conservar la costumbre de elegir compadres, compartir y degustar juntos el tradicional pan de noviembre.
ACTIVIDAD
En el festival participaron ocho de los trece comerciantes panificadores del mercado. Durante la jornada se repartieron más de 200 porciones de la guagua gigante, que resultaron insuficientes ante la gran asistencia de público. Además, se presentaron nuevas variedades, como guaguas elaboradas con masa de panetón o rellenos de fudge, aunque la versión tradicional (de masa de canela y sin relleno) sigue siendo la más solicitada.
Coila destacó que la elaboración de las caretas artesanales también forma parte del proceso y no debe perderse, pues complementa el producto final. “La careta también tiene su arte, se pinta a mano y puede representar a un bebé, un adulto o un familiar. Es parte esencial del trabajo que hacemos para que la guagua tenga vida”, explicó la artista, que puso todo su empeño en esta obra de arte.
TRADICIÓN
El embajador de Marca Arequipa, Willy Galdós, recordó que el bautizo de la guagua es una costumbre con más de un siglo de historia, originada en las antiguas fiestas de carnaval. “En esa época, los jóvenes celebraban con descontrol bajo el reinado del ‘rey Momo’, y producto de eso nacían las guaguas en noviembre, para saber quienes eran los padres, un sacerdote utilizó una guagua de bizcocho. Es una tradición que nació en Arequipa y no debe perderse”, explicó.
Esperan que este tipo de actividades, las ventas y las visitas en el centro de abasto se incrementen, recordó que el mercado San Camilo es un punto turístico de la Ciudad Blanca.
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