El chef Richard Bravo Cateriano, de 36 años, ha dado un vuelco total a su vida junto a otros dos cocineros y amigos al crear la “Cadena de solidaridad Iveth Bravo Cateriano”, para apoyar con almuerzos a gente de pueblos jóvenes y albergues que no cuentan con recursos debido a la pandemia. Todos los días preparan 130 raciones y la Policía les ayuda a repartirlas.

¿Desde cuándo es chef? 

Desde hace 17 años, yo ejerzo mi profesión desde el 2003. También soy profesor, dicto clases virtuales y preparo cocina arequipeña, peruana, fusión y cocina de autor. También tengo una secuencia de cocina en ATV Sur los martes, de 10:30 a 11:30 horas.

Usted ha representado a Arequipa y al país en concursos. Sí, estuve en el primer concurso de Joven Cocinero, también me invitó la Asociación de Gastrónomos de Bolivia y he ido representando a Perú en el Congreso Mundial de Auquénidos y en a Toda Llama.

¿Cuál es su sueño? 

Siempre ha sido tener un restaurante y me gusta ayudar a la gente. También asesoro restaurantes y soy el chef ejecutivo de la cadena de pastelería La Miel.

¿Cómo surgió la iniciativa de cocinar para los más necesitados? 

Se dio por la cuarentena, yo tengo muchos amigos chef que trabajan en el extranjero, y me puse en contacto con William Uracahua Soncco, el vive en San Francisco, Estados Unidos, y de ahí nació la idea en hacer algo por la gente que no recibe apoyo del Gobierno, por la gente que trabajaba del día a día y que dejó de tener un plato de comida. Con William acordamos formar un equipo de trabajo.

¿Cómo logró adecuar la cocina?

Tengo utensilios de cocina y equipos, pero me faltaban ollas, porque nuestro objetivo era dar de 100 a 130 raciones diarias y necesitábamos ollas grandes. Por ello, contacté a Cintia Valdivia, que es la hija de la señora Beatriz, dueña de Laurita Cau Cau (Huaranguillo), quien me prestó las ollas.

¿Cuándo empezaron? 

Íbamos a arrancar el 20 de abril, pero mi hermana falleció el 18 de abril en Madrid, y finalmente empezamos el 21, pero nuestra cadena de solidaridad no tenía un nombre, y con William Uracahua Soncco, Fredy Condori y Thalia Maque, que son los otros chef, le pusimos el nombre de mi hermana, porque le gustaba ayudar mucho a la gente, tenía sus ahijados de la Unicef y colaboraba con asociaciones. Nuestra cadena solidaria se llama Iveth Bravo Cateriano.

¿Cuál es su objetivo? 

Apoyar a todas aquellas personas que estén pasando momentos difíciles. Estamos brindando ayuda a pueblos jóvenes como Virgen de Chapi, Embajada de Japón, Carmen Alto y Pioneros, en Cayma, El Porvenir y Estrellas del Misti, en Miraflores. También a albergues como Casa Verde, Casa Hogar El amor de Dios, Los Obedientes, San Mateo, y casonas de la avenida La Marina.

¿Cuántas raciones diarias preparan? En promedio 130, a veces hacemos hasta 170, dependiendo de lo que tengamos. Hasta la fecha hemos entregado más de 3 mil raciones de comida.

¿Quiénes son sus donantes? 

La primera semana corrió a cuenta de William y de mí, nosotros compramos todos los insumos, después se ha ido sumando el apoyo de gente de buen corazón. Yo solo me encargo con Fredy y Thalia del tema operativo, es decir, nos mandan los alimentos, cocinamos y empaquetamos con todos los protocolos de seguridad. La Policía Nacional, a través del programa Barrio Seguro, nos apoya a transportar y entregar la comida.

¿Cómo logran que todo funcione? 

Nos turnamos mediante un programa a la semana. Por ejemplo, el lunes cocinamos para Virgen de Chapi, el martes para Los Pioneros y así sucesivamente, con todos los sectores que apoyamos y distintas comisarias.

¿Cómo puede ayudar la ciudadanía? 

A través de Cinthya Mendoza en la avenida Salaverry 122, Cercado (9:00 a 16:00 horas). Nos pueden escribir al fanpage de “Cadena solidaria Iveth Bravo Cateriano” o contactando a Marcia Chávez, quien es la encargada de almacén.

CIFRAS:

- 6 personas integran el grupo de trabajo

- 2 cuentas tiene la cadena para recibir apoyo en su fanpage

-1 nueva voluntaria es Paola Cateriano

DATO. Richard Bravo  Cateriano, estudio en el Instituto del Sur, tiene 17 años de experiencia en el mundo de la gastronomía y continuará ayudando hasta donde se pueda.

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