Una vez al año los vecinos de Cayma toman las calles del distrito para festejar los carnavales, esa celebración ubicada antes del miércoles de ceniza y que previene la seriedad de la cuaresma católica en un último chispazo de algarabía popular.

Cientos de personas se acoplaron ayer a las comparsas que llegaron a los alrededores del Estadio Bolognesi para partir hacia el centenario pueblo Acequia Alta, anfitrión habitual de las delegaciones carnavaleras.
A diferencia de otros años, la municipalidad local decidió cambiar el punto de salida, que normalmente se hacia desde Buenos Aires y que muchos asistentes extrañaron por atentar contra esta costumbre. Precisamente, sobre revalorar las costumbres es que la municipalidad local impulsa la celebración del carnaval.
LOCAL. El alcalde del distrito, Jaime Chávez, quien partió con las comparsas a las 13:00 horas, iba vestido con una camisa blanca, pero a medio camino la prenda se tiñó a causa de los globos de agua, espuma, polvos y demás chucherías. Lo mismo ocurriría con los cientos de participantes y vecinos a lo largo de la ruta que cubrió las vías Amazonas, Arequipa, Miguel Grau, Polar, Ramón Castilla, Reforma Nacional hasta el estadio de Acequia Alta.

Aunque desde la municipalidad prometieron aclarar cuánto fue el gasto, indicaron que la organización y desarrollo es posible gracias a las comparsas entusiastas que provienen de otros pueblos tradicionales del distrito y que se empeñan por mantener la fiesta año tras año.

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