Antes de las 6:00 horas empiezan su día yendo a los mercados para comprar productos y luego trasladarlos a sus locales donde preparan el almuerzo para las personas más vulnerables. Así es el día a día de las mujeres que cocinan en los 42 comedores populares ubicados en diferentes zonas del distrito Cerro Colorado y dedican su vida para cuidar otras.
Estos lugares venden caldo y segundo desde los S/4.5 y alimentan gratis a menores huérfanos, a personas con habilidades especiales y adultos mayores en situación de abandono, que no tienen los recursos económicos para subsistir el día a día. Pese al incremento de la canasta básica, las damas se las ingenian para no subir el precio de la comida y así seguir apoyando.
Delia Ilpa Nocca (51) es socia del comedor popular Villa Magisterial, cuenta que al día atienden de 40 a 50 personas, incluido niños que llegan del colegio para almorzar. Empezaron desde hace 18 años y antes el menú costaba S/2, pero subió porque los precios de verduras, carnes también incrementaron. En el lugar atienden a cuatro niños huérfanos y el momento más difícil que pasaron fue durante la pandemia. Tuvieron que suplicar a los mercados que les regalen productos para que cocinen y alimenten a sus comensales, quienes tampoco tenían dinero para pagar un plato de comida.
Similar situación pasaron las mujeres del comedor popular Teresa de Calcuta, ubicado en la asociación de Primavera; la presidenta Paulina Choque Torres (55) cuenta que no solo acudieron a los mercados, también buscaron apoyo en empresas privadas. Temían contagiarse de la covid-19, pero su nobleza para ayudar a los vulnerables era más fuerte y eso logró que no cerraran en tiempos difíciles. En este local que funciona desde hace ocho años, atienden a cinco personas con discapacidad y dos niños sin padres.
VIDEO RECOMENDADO:
