La iglesia de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús diseñada por el reconocido arquitecto Gonzalo Olivares Castro, es un ejemplo emblemático de la modernidad en la arquitectura arequipeña. La construcción destaca no solo por el estilo neoplasticista, sino también el uso de materiales tradicionales arequipeños.
En esta sección Correo te lleva de paseo, llegó hasta la calle Samuel Velarde, en pleno Cercado de Arequipa, donde se puede apreciar el estilo estético y las formas geométricas que se utilizan en cada parte de la estructura. El planteamiento es racionalista donde la estructuración es la base de una armonía de líneas y masas coloreadas rectangulares de diversa proporción, siempre verticales, horizontales formando ángulos rectos.

Acompañados del arquitecto y restaurador, William Palomino, la estructura es un buen ejemplo del estilo moderno en el que se utilizan elementos del pasado.
Palomino revela que el arquitecto Olivares Castro trajo esta forma de construir, estilo neoplasticista, el cual obedece a un estudio de geometría pura, dejando de lado la arquitectura ornamental y escultórica para empezar a utilizar los ángulos.
Describe que tan solo la base de la puerta tiene un ángulo de 60 grados y al final se abre en un ángulo de casi 180 grados para darle forma a la cobertura. Además, el tímpano triangular de las iglesias clásicas tiene un triángulo, pero en este caso está deformado y se extiende más a la parte superior.
En el ingreso de la iglesia se utiliza elementos históricos y da paso a una de arquitectura histórica, uso de las geometrías y elementos arequipeños.




“La iglesia es un ejemplo representativo de la modernidad de la nueva arquitectura de los años 60, que luego en toda la ciudad se incorpora como concepto”, explicó. Asimismo, otro elemento que usa el arquitecto Olivares es el uso del sillar, no como enchape, sino como un ladrillo, que corresponde la arquitectura orgánica.
Resaltó que Olivares no solo miraba el pasado, también incluye elementos estéticos.
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