POR: SARKO MEDINA
La onceava edición del Hay Festival Arequipa, está programada del 6 al 9 de noviembre de 2025, sobre este nuevo encuentro y otros detalles conversamos con su directora internacional.
¿Cómo será el homenaje a Mario Vargas llosa este año en el HAY Festival? En nuestra undécima edición estamos preparando un homenaje especial a Mario, figura fundamental para el festival y para Perú. Él fue invitado habitual a muchos festivales y vivía en Gales desde los años 90. El homenaje tendrá varios componentes: una exposición especial que pronto anunciaremos, mesas redondas, conversaciones y lecturas dedicadas. Queremos que sea algo original y significativo, acorde a su importancia como hijo predilecto de Arequipa y su gran legado literario. Además del homenaje central, habrá espacios para que los autores invitados también puedan compartir sus palabras sobre Mario, creando así un homenaje transversal que complementará la programación habitual sobre literatura, ciencia, inteligencia artificial y democracia.
¿Cómo puede el Hay Festival contrarrestar el consumo cultural rápido y superficial? Para la cultura no hay atajos. Lo verdaderamente valioso es el tiempo que le dedicamos. Cuando visitas una exposición, no se trata de verla lo más rápido posible, sino de disfrutarla con calma. Una lectura apresurada contradice el propósito mismo del libro. Los festivales como el Hay ofrecen conversaciones profundas, permitiendo apreciar matices que se pierden especialmente en las redes sociales. La belleza de la vida está en la complejidad de las ideas, y esto solo se capta dedicando tiempo, observando, conversando y profundizando. Nuestra esencia no es un formato breve de 20 minutos donde expones una idea y terminas, sino la charla única e irrepetible que no podría reproducirse exactamente igual en ningún otro contexto.
¿Qué distingue al festival en Arequipa de otras sedes? Cada festival es específico al lugar donde se realiza. Cuando autores como Salman Rushdie vienen, conocen más de Perú, interactúan con estudiantes locales que les muestran la realidad peruana. Las preguntas pueden ser universales, pero la mirada es peruana. Este enfoque local crea conversaciones distintas a las que tendríamos en Gales o en otro lugar. Por ejemplo, cuando Malala fue entrevistada por Lydia Cacho en México, las preguntas reflejaban la realidad mexicana y sus respuestas fueron diferentes a las habituales. Es fascinante cómo la ciudad se vuelve protagonista del evento y aterriza las conversaciones a su contexto específico y eso sucede en Arequipa que brinda su propia identidad al desarrollo de cada edición, lo cual es nutritivo.
¿Cómo equilibran lo presencial con lo virtual? Durante la pandemia realizamos un festival digital muy exitoso que funcionó como ventana al mundo. El streaming permite que personas que no pueden viajar a Arequipa, Cartagena o Segovia participen de la experiencia. Desde sus inicios, el Hay Festival ha valorado documentar las conversaciones, creando un valioso archivo de 800 charlas que incluye voces como las de Toni Morrison, Edward Said y Carlos Fuentes.
Sin embargo, lo digital complementa, no sustituye. La experiencia de vivir una conversación en comunidad genera una memoria más profunda que verla en pantalla. Emocionarse colectivamente o discrepar respetuosamente en grupo tiene un poder único que es difícil de explicar pero tremendamente enriquecedor.
Tras 10 años, ¿qué te ha dejado Arequipa? El público arequipeño: inquisitivo, diverso y curioso. Es emocionante ver diferentes generaciones compartiendo una misma sala. Incluso en nuestras mesas sobre temas de actualidad asiste gente mayor, no solo activistas. La forma en que disfrutan del festival y su curiosidad han sido tremendamente inspiradoras para mí.
PERFIL
Cristina Fuentes La Roche. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas (Universidad Autónoma de Madrid); Máster en Gestión Cultural (Birkbeck College, Londres).
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