Las 48 familias que perdieron sus casas con el huaicos en el distrito de Aplao, en Castilla, tienen un techo dónde dormir porque recibieron módulos prefabricados, pero no una cocina en la que puedan preparar sus alimentos, ni servicios higiénicos para sus aseos diarios.

Ayde Escalada Cárdenas usa los dos ambientes del módulo que recibió del Ministerio de Vivienda como dormitorio, en una cama duermen sus hijos y en otra ella y su esposo.

“No tengo cocina porque no hay espacio y porque nos prohibieron usarla, por el riesgo de incendio”, narró, mientras mostraba el pequeño cuarto donde sólo cabía una cama angosta.

La situación de Sonia Pérez, es similar, aunque ella instaló una pequeña cocina solo para preparar el desayuno y el refrigerio escolar de su hija. El almuerzo lo prepara en la cocina masiva que instalaron, la cual es incómodo para todos. Algunas familias acuden a las viviendas de sus parientes para cocinar y bañarse, porque los baños del estadio dónde están instalados los módulos emanan un olor nauseabundo.

INCERTIDUMBRE

Dos meses después de aquel trágico día dónde murieron tres personas, las familias que perdieron sus casas no quieren moverse del lugar. El alcalde provincial de Castilla Raúl Cáceres, aseguró que los damnificados rechazan la reubicación, debido a la lejanía de la propuesta de instalación.

“No van a salir, Hay que ser realistas, es fácil hablar, pero la realidad es diferente. En la calle Bolognesi no quieren irse“, dijo.

Sonia Pérez es una de las personas que desconfía de la reubicación a Cosos pues cree que eso tomará mucho tiempo. 

El ministro de Defensa José Huerta hizo ayer una visita rápida para dejar unos donativos, así como para ver la limpieza de las calles y la instalación de los módulos que hicieron los soldados.

Donación. El ministro entregó donativos de la Sunat, la ONG Ángeles Unidos en Acción, el Minedu, y del Ministerio de Defensa.

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