Los inspectores de Producción destrozaron una buena cantidad de trampas (isangas) que fueron colocadas en el río Ocoña para pescar camarones, pese a que la extracción de este crustáceo está en veda, desde el 1 de enero hasta el 31 de marzo del presente año.
Según la información del gerente regional de Producción, Wilson Paz, durante el 2018 se intervinieron a 5 personas por extraer o comercializar el camarón. De ellos, al menos tres confesaron el delito, luego de acogerse a la terminación anticipada, con el fin de reducir las penas.
Según la ley, la extracción de productos en temporada de veda son castigados con penas de cárcel de a 5 años.
Además de los 5 intervenidos, la mayoría eran administradores de restaurantes.
En el mismo periodo, la Gerencia de Producción incautó aproximadamente 830 kilos de este alimento, así como destruyó 200 trampas de pesca.