Los días de Hilda Condori Mamani cambiaron. Antes del 27 de marzo, tenía a su hija Raquel Aza, quien la visitaba y le daba su regalo por el Día de la Madre. Ahora será ella quien visitará a su ‘bebé’ pero en una de las tumbas del cementerio de Sachaca. Hilda no solo extraña a su retoño, también cuida de sus tres nietos que quedaron huérfanos.
Ese 27 de marzo, Raquel, como todos los días, salió de su vivienda ubicada en Chiriguana en Sachaca, para pastear a sus vacas. Eran las 5:00 horas, estaba un poco oscuro y cuando llegó al jirón Teresa de Calcuta, fue embestida por un vehículo conducido por la universitaria Maricielo Huamán Cabrera. Ese día falleció Raquel y dejó a tres hijos en orfandad.
Hilda al enterarse de la noticia quedó en shock. No comprendía qué pasaba y al tomar conciencia del hecho ya estaba enterrando a su querida Raquel. Después solo pensó en sus tres nietos de 21, 20 y 7 años. “Tengo que cuidarlos, no tienen a nadie más y mi hija ya no está”, se repetía entre lágrimas.
NUEVA VIDA
A sus 57 años, Hilda acogió a sus nietos en su vivienda ubicada detrás de la iglesia de Sachaca. Ellos solo tenían a su mamá porque su padre los abandonó, ahora cuentan con su abuela, quien tiene que esforzarse el doble para que los jóvenes continúen estudiando.
“Mi hija era una mujer trabajadora, siempre luchó y se esforzaba por sus tres hijos. También me apoyaba a mí. Yo la admiraba, me hacía muy feliz verla con mis nietecitos. Era muy buena, no se merecía morir así. Ahora yo cuidaré a mis nietecitos, pero cada día las fuerzas se me acaban”, relata llorando Hilda.
Ella fue operada hace tres años de los pulmones. Ahora debe trabajar bajo el frío en las chacras y así conseguir dinero para alimentar y pagar los estudios de los jóvenes. Todos los días acude en la madrugada al mercado de Tiabaya, para ver si tiene suerte y si un chacarero la llama para que trabaje por un día.
Le pagan S/80 desde las 8:00 hasta las 6:00 horas, pero no es un trabajo seguro. Hay días que va y nadie la contrata, en esos momentos la preocupación la embarga y solo regresa a su hogar. Ahí cuida de sus animales, tiene gallinas, patos que su hija Raquel dejó. Después acude a la casa de Chiriguana para alimentar a las vacas que quedaron.
SIN JUSTICIA
Hilda no solo tiene que soportar que le arrebataran a su hija, denunció que es víctima de amenazas de quienes serían allegados de Maricielo Huaman Cabrera, que atropelló y habría causado la muerte de Raquel. Cuenta que la llamaron y le reclamaron por el odio en las redes sociales hacia la joven estudiante de Derecho.
“Yo ni sé de esas cosas de las redes sociales, pero me llamaron y amenazaron, me dijeron que no siga saliendo en los videos, que no hable con la prensa, si no me pasará algo malo. Ellos tienen dinero y yo no, apenas me sostengo, de eso se aprovechan. Ya puse la denuncia”, contó Hilda.
Los parientes de la universitaria actuaron fríamente tras la muerte de Raquel, no dieron las condolencias, no pagaron ni el cajón, ni se acercaron a pedir perdón por enlutar a una familia. Por el contrario, tratan de limpiar a su hija y que no asuma las consecuencias, según indicó Hilda.
El abogado de la universitaria ahora indica que Raquel tuvo la culpa por cruzarse en el camino y no ver el auto. Se rehúsan a pagar indemnización y la madre tuvo que recurrir a hacer una pollada junto a otras personas que la apoyaron, para pagar los gastos del sepelio y entierro.
“A mi hija la mataron y ella ahora no puede defenderse. Aprovechan que no hay testigos para no culpar a esa señorita. No nos dieron ni un sol. Son malas personas que aprovechan que tienen dinero. Yo solo pido justicia para mi hija. Mis nietecitos están mal y uno de ellos, acude casi a diario al cementerio para ver a su mamá”, detalló Hilda.
APOYO
Correo logró crear su cuenta de Yape a Hilda Condori y si deseas apoyarla puedes hacerlo a través del número 973 418 559, a su nombre. Toda ayuda será bienvenida o también puedes contactarte y acudir a su humilde vivienda ubicada detrás de la iglesia de Sachaca.
VIDEO RECOMENDADO:
