Silvia Pari Macedo (34) estudió Ingeniería Química en la Universidad Nacional de San Agustín (Unsa) y no la ejerce porque más puede el amor de ayudar a los perritos que son atropellados y abandonados en la calle.
Hace cuatro años fue parte de un grupo de 17 voluntarios y ahora está sola en el proyecto de su vida, el Centro de Rehabilitación Canina Pequeños Héroes. Al menos 80 canes son su familia y el número crece conforme aparezcan animalitos atropellados.
“Todo comenzó cuando atropellaron a un perrito y lo llevaron a una veterinaria y comencé aportando entre 20 soles y 50 soles, según mis posibilidades. Tenía desconfianza de quienes lucran con ellos y yo iba directo a las veterinarias. Poco a poco me involucré. No solo donaba, sino también comencé a rescatar los perritos. Eso fue hace cuatro años. Conocí a varias personas y formamos un grupo y al final me dejaron sola”, señaló.
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El 99 % de los perritos son mestizos, el 40 % son grandes, el 30 % medianos y el 30 % pequeños. Silvia gasta alrededor de dos mil soles mensual en alimentación, el 50 % son de sus ahorros.
“Soy quien rescata a los perritos atropellados, los llevo a las veterinarias Palomino y Terán donde pago un costo social, por debajo de lo normal. Luego de operarlos los llevo al centro de rehabilitación. Pocos adoptan porque mis perros son grandes y mestizos, algunos de avanzada edad que llegan a morir aquí, nadie quiere adoptarlos”, señaló.
Nunca pensó en tener un centro de rehabilitación, solo pensaba rescatarlos, pero en el camino se sumaron las responsabilidades. Las hembras son esterilizadas, a los machos les castra, en especial a los más territoriales. “Caso contrario se pelean por la hembra y ahora viven si acoso”, dijo.
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Vecinos
El centro de rehabilitación se encuentra en el sector Upis El Salvador del distrito de Cerro Colorado. El terreno de una dimensión de 400 metros cuadrados es alquilado y le genera a Silvia un dolor de cabeza porque se encuentra en una zona urbana.
“El terreno que ocupamos es urbano no está para criar perritos, la gente piensa que es un criadero y que me beneficio con ellos, todo lo hago por vocación. Son 80 perros ahora en un lugar de 400 metros cuadrados y es difícil controlarlos, cuando ven un gato comienzan a ladrar y el ruido molesta a los vecinos. Entre 15 y 20 kilos de heces se recoge al día y todo ese trabajo se hace”, dijo.
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Los vecinos se han quejado constantemente y trabajadores de la Municipalidad Distrital de Cerro Colorado visitaron el lugar con el propósito de imponer una multa. Se llevaron una grata sorpresa al encontrar a los animales con sus vacunas antirrábicas y la limpieza que se realiza todos los días.
“Me han dicho que me van a multar por tener a los perritos. Los vecinos se quejan, vinieron a la inspección y se les presentó todos los carné de vacunas antirrábicas. Si me multan se juntará el dinero, si me los quitan para llevarlos a una perrera sería lo peor. Les dije que prácticamente les estoy haciendo su trabajo, me miran a mí y no a los vecinos que tienen a los perros en la calle. Se entiende la molestia de los vecinos por el ruido”, apuntó.
Se mudarán
Sin embargo, Pari Macedo y los canes se mudarán en los próximos días a un terreno de dos mil metros cuadros cedido por cinco años, ubicado en el sector Bellavista del distrito de Yura, es una zona industrial.
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“Se hicieron varios arreglos. El problema es que no hay agua, estamos por habilitar el pozo y cableado para la energía eléctrica. Una empresa me apoya con el impermeabilizado del pozo, está casi listo. El agua es muy importante porque sin agua no se puede vivir. Se ha invertido dinero de mis ahorros, yo pongo mucho por amor a ellos. Está muy bonito y van a tener mucho espacio”, dijo.
Los padres de Silvia fueron los primeros en oponerse a la actividad que realiza a favor de las mascotas. Le piden que retome el negocio familiar o ejercer su carrera que con tanto sacrificio terminó en la Unsa.
“Mis padres se ha resignado, al comienzo no querían, me ven como me sacrifico por ellos, me dicen si tengo una carrera y por qué no la ejerzo. Terminé ingeniería química en la Universidad Nacional de San Agustín, fui una buena alumna”, recalcó.
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