Debido a la pandemia hospitales se centraron en atención a pacientes COVID-19 y dejaron de atender a enfermos de otras patologías. (Foto: Nelly Hancco)
Debido a la pandemia hospitales se centraron en atención a pacientes COVID-19 y dejaron de atender a enfermos de otras patologías. (Foto: Nelly Hancco)

Los medicamentos y antibióticos del hospital Honorio Delgado Espinoza y otros centros de salud fueron redistribuidos a los establecimientos que lo requerían con el fin de que no caduquen, pero pese a ello, el jefe del Diremid, Pedro Escobedo, advirtió que este año se superará el 3% de antibióticos vencidos.

Explicó que tras la llegada de la pandemia, el nosocomio Honorio Delgado Espinoza se convirtió en hospital COVID y los medicamentos abastecidos dejaron de usarse, por lo que se redistribuyó a los hospitales del interior de la región, pero pese a ello, a fin de año habrá productos no utilizados, porque las personas también dejaron de acudir a los establecimientos, por temor al contagio.

Arequipa también recibió analgésicos de Puno, Loreto, Ica, entre otras regiones, porque la redistribución se dispuso a nivel nacional.

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De acuerdo a la norma, los antibióticos vencidos o deteriorados no deben superar el 3%, sin embargo, debido a la pandemia, este año será mayor a este porcentaje, considerando el acumulado de los medicamentos desde el año pasado.

Escobedo informó que se redujo la compra de algunos productos, pero las adquisiciones se programan con un año de anticipación para garantizar los tratamientos, sin embargo, para el siguiente año la situación es compleja, porque se desconoce si continuará con mayor incidencia la pandemia del coronavirus o será controlada.

El dilema surge para la contratación con las proveedoras de oxígeno, pues de llegar una tercera ola se requerirá de la mayor producción y de presentarse una situación contraria, se tendrá que pagar de acuerdo al contrato, quizás sin hacer mayor uso del gas medicinal.

Ibuprofeno, naproxeno fueron las pastillas que más se recetaban antes de la llegada de la pandemia, pero tras la crisis sanitaria y por la poca a tención de pacientes por consulta externa, el consumo de estos analgésicos se redujo considerablemente. El uso del paracetamol sí se incrementó como parte del tratamiento de la COVID-19.