Los habitantes del distrito de Aplao en la provincia de Castilla, y los pobladores del anexo Casquina, continúan en riesgo, porque las quebradas por donde en febrero pasado ingresaron los huaicos y causaron la muerte de tres personas no fueron protegidas.
"Nos exigieron que tengamos la ficha aprobada por Cenepred, luego los estudios geológicos del Ingemmet, la evaluación de riesgos, entre otros y recién se hizo la licitación para elaborar el expediente", narró el burgomaestre, tratando de justificar el retraso.
Mientras tanto, de las 52 familias que fueron trasladadas al estadio en módulos de madera, solo 4 permanecen en el lugar, los demás retornaron a sus predios. El alcalde evalúa permitir que las familias se lleven los módulos que entregó el Ministerio de Vivienda.