El deseo de vivir puede más que pasar penurias y riesgos. Aproximadamente 150 familias del centro poblado Arcata, en el distrito Cayarani en Condesuyos, abandonaron sus viviendas para instalarse en el cerro, en pequeñas carpas de plástico, y dormir bajo la lluvia, granizo, nieve y viento.

Los pobladores dejaron sus predios por temor a la inundación de la represa Arcata y el derrumbe del cerro Calvario, pues en los últimos días ya muestra grietas que a simple vista amenazan a la población que está asentada a la orilla de la laguna que fue represada. En las faldas del cerro que también hay humedad.

El alcalde del distrito de Cayarani, por temor a morir aplastados como ocurrió en otras regiones, los comuneros armaron los cercos provisionales en el cerro para mantener sus animales, pero ello provocó también la mortandad de crías.Muchas familias no dudaron en proteger a sus animales en la cama donde pernoctan, con el fin de brindarles calor.“Esto es Arcata vieja y hay tres bofedales. Pero con las constantes lluvias el agua, brota del cerro y ya hay pequeños deslizamientos”, narró el burgomaestre.

La solidaridad de los vecinos también los llevó a realizar ollas comunes, pues no tienen otra alternativa mientras dure la temporada de lluvias.

COLEGIO. En esta zona de Arcata no solo existe riesgo en las viviendas, también lo sufre la infraestructura de la comisaría y de un colegio público que tiene el nivel inicial, primaria y secundaria.Se sabe que cuando la laguna se represó con la intervención de la minera, se reubicó a las familias en la zona de Arcata Nueva, sin embargo no todas se trasladaron. 

El burgomaestre reconoció que la zona es peligrosa en esta temporada de lluvias, pero en el resto del mes sería favorable, porque no padecen de agua, debido a los bofedales.Al momento se entregaron ciertas herramientas de apoyo, pero sería insuficiente. La autoridad repartió fichas de evaluación de daños para tener datos oficiales.