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Apurímac es una de las regiones con mayores índices de pobreza, pero desde la operación del proyecto minero Las Bambas, la situación parece cambiar para los agricultores y es por ello que el gobernador regional, Wilber Venegas Torres, dice “el cobre y el agua son compatibles”.

La autoridad regional indicó que en los siguientes años esperan convertirse en la capital del cobre, pero también en una región sostenible a base de la agricultura.

“Somos la región que más invierte en siembra y cosecha de agua, porque el 70% de la población se dedica a la agricultura. Hasta la fecha hemos sembrado 20 millones de árboles en 20 mil hectáreas para un sistema amigable con el ambiente”, aseveró.

Adicional a ello, la minera debe cumplir con la forestación de 8 mil hectáreas.

Según la autoridad, en Apurímac la prioridad de su gestión es dotar de agua con riego tecnificado, que les permita afrontar el cambio climático y la sequía e incluso obtener doble cosecha durante el año.

Venegas es consciente de que la minería es temporal y que deben aprovechar al máximo los recursos y por ello se enfocaron en los cultivos.

“En Apurímac tenemos que generar oportunidades en lo que los comuneros saben hacer y es la agricultura (palta)”, dijo.

Otra necesidad que debe ser atendida con el aporte de la minería es la infraestructura vial. El gobernador aseguró que en Apurímac no hay más de un kilómetro de vía asfaltada y mil 50 kilómetros son trochas carrozables, que solo retrasan el traslado de los frutos que producen.

Durante su participación en la Convención Minera, Venegas Torres señaló que los proyectos de vías que tenían con la anterior gestión quedaron archivados en Proinversión, porque las empresas desistieron de sus propuestas, por la falta de canon minero.

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