Hay Festival: Alberto Montt el humorista que llegó al éxito por el internet
Hay Festival: Alberto Montt el humorista que llegó al éxito por el internet

Alberto Montt es el famoso dibujante chileno, creador de su espacio de humor “Dosis diarias” que se convirtió en todo un fenómeno mundial y que lo puso entre los humoristas más cotizados de esta parte del planeta. Nunca imaginó que se convertiría en una suerte de “rock star” del humor mundial, sus libros ya han sido traducidos a varios idiomas y su vida se ha convertido en una locura que lo tiene entre su casa y los aeropuertos de distintos países

Él estuvo en Arequipa para hacer el desopilante stand-up ilustrado junto a Liniers como parte del ; un espectáculo de humor en el que cuentan historias personales con una alta dosis de ironía; mientras uno narra el otro dibuja e interpreta lo que se cuenta.

Ha pasado mucho tiempo desde que empezaste a publicar los primeros dibujos en tu blog, ¿Cómo ves en perspectiva esta evolución? Con una alta dosis de sudor, muerte, resurrección y desconcierto. Todo lo que puedas meter en esa ecuación, está allí.

Sin muchas pretensiones y apelando a un humor blanco, pero directo. Sí, la verdad nunca me interesó el humor político y coyuntural; lo entiendo y lo respeto pero no lo hago porque se desactualiza muy rápido, en tanto desaparece el político, desaparece el humor.

¿Cómo estableces la conexión con tus lectores? La conexión se da cuando empieza a entrar mucha gente al blog. Yo no lo hice para establecer esa conexión, solo fui honesto con lo que hacía y tuve la suerte del internet. Tiras la semilla caiga donde caiga y germina, no es como antes que tenías que esperar a publicar un libro y que ese libro lo compren y tenga éxito.

¿Cómo se da, en tu caso, el proceso creativo del que tanto se habla? No lo tengo claro y no termino de entenderlo. Nunca es el mismo camino, a veces es el azar, a veces obvio o rebuscado, y es esa randomización de procesos que lo hace divertido para mí.

Apelas mucho a las frases comunes o al juego de palabras.

Lo cotidiano es cultura y está plagada de mucha información y cuando partes de ese punto ya tienes una base sólida que el que lo ve, lo entiende mucho antes incluso de ver el chiste completo. Cuando usas una frase común, pasa por una decodificación inmediata que tiene que ver con su idiosincracia. Una vez hice un chiste tomado de una canción de Pérez Prado que decía “Qué le pasa a Lupita” y dibujé una lupa grande y otra chiquita, y en Chile el chiste no se entendió, porque Pérez Prado nunca entró a Chile, no lo conocían, pero en Perú, Colombia, Ecuador, sí y eso es lo que me parece maravilloso de esos códigos.

Dices que no te gusta dibujar temas políticos, pero sí lo haces con la iglesia y la religión, que es peor. Porque el tema religioso no es coyuntural o en cualquier caso es perennemente coyuntural y me interesa, más que cuestionarla, que otros la cuestionen, porque yo lo tengo claro. Cuando hago una viñeta con ese tema, puede haber lectores que les guste y otros que les parezca estúpido; pero si uno de cada tres mil dice, la religión es esto, ya dimos un paso.

Pero eres consciente que influyes en los lectores sobre este tema. Lo que intento es un cuestionamiento sobre este tema, pero no solamente reír, quizá esa sea la tercera o cuarta de las intenciones, lo que quiero es que piensen, reflexionen y se cuestionen. Yo no busco atacar a la iglesia, creo que las ideas deben estar sujetas a un cuestionamiento.

¿Has tenido problemas con la iglesia por tus dibujos? No, la iglesia es una multinacional, qué le interesará un pelotudo que hace sus dibujitos en Chile (risas).

¿Qué viene ahora? Por ahora estamos contentos con Liniers haciendo el stand-up ilustrado. Con él nos conocemos hace muchos años y decidimos juntarnos para hacer esta propuesta, trazar una línea y hacerla realidad. Parte del gusto que tenemos ambos por la relación con el público y de establecer un contacto, reírnos, divertirnos y pasarla bien.

Hay una dosis de actuación. En ese sentido ambos tenemos una parte histriónica y nos sale bastante bien.

Tienes una relación muy estrecha con tu hija, porque la incluyes en el espectáculo y es una fuente constante de inspiración. Sí claro, intento ser un buen padre y educarla bajo los parámetros de la absoluta libertad, de hecho tengo un libro que tiene que ver con las conversaciones que tengo con mi hija, desde que tenía 4 años y cuestionaba todo, el libro se llama “Laura y Dino”.

¿Dino eres tú? No, Dino es su muñeco de dinosaurio y como me di cuenta que si la hacía conversando con su muñeco todo el tiempo, no hubiera tenido muchas posibilidades de crear situaciones graciosas, entonces Dino se convirtió en mi álter ego.