Hay Festival de Arequipa: Reynoso, el escritor que abrazó a “su” Arequipa
Hay Festival de Arequipa: Reynoso, el escritor que abrazó a “su” Arequipa

le rindió homenaje a uno de sus hijos. Miguel, el personaje de En octubre no hay milagros, uno de los libros del arequipeño Oswaldo Reynoso (OR) vivió un día trágico que termina finalmente con su muerte, pero las circunstancias que rodean la historia son para algunos chocantes y para otros una narración de hechos sensibles, característicos de la visión del autor.

Reynoso fue un rebelde, un contestatario, un empedernido defensor de la libertad y ajeno a las formas, pero un genial escritor, concluyeron ayer José Luis Vargas, Orlando Mazeyra y Teresa Arrieta junto a Arthur Zeballos, durante el homenaje que se organizó en memoria del autor y que formó parte del Hay Festival.

“Hay en Reynoso una gran ternura que se descubre en sus propias narraciones”, sostuvo Teresa Arrieta al hacer una descripción de la obra del escritor arequipeño, argumentado que su estilo provocó en más de uno cierta reacción negativa que, al conocerlo, llegaba a ser modificada sin ninguna dificultad.

Y es que En octubre no hay milagros es una narración provocadora de la devoción de un pueblo y que el autor coloca al frente de situaciones cuestionadas, como la inconducta de los personajes que va narrando en la historia. Es un texto que se enfrenta a la moral pacata, característica de un sector de la sociedad arequipeña que Reynoso siempre rechazó, aunque en el fondo, como dijo Arrieta “tenía un corazón characato”.

CONTESTATARIO. Oswaldo se declaró marxista, leninista y hasta maoista. Eso lo llevó a pasar más de una década en la china de Mao, pues quiso vivir lo que hasta ese momento había sido su ideal, aunque más adelante reconocería que la experiencia le resultó frustrante, precisó el sociólogo José Luis Vargas.

Fue su pupilo y amigo, Orlando Mazeyra quien se acercó más a las vivencias del escritor para intentar desentrañar los clichés que le valieron ser considerado como el “escritor rebelde” o el “escritor de cantinas”, tal como se le calificó en algunas entrevistas.

Mazeyra alega que la audacia del escritor no fue fácilmente aceptada porque el público no estaba preparado para eso, pues En octubre no hay milagros no era convencional.

Fue precisamente este libro el que ayudó a la internacionalización del autor. El texto iba a ser presentado en Italia cuando le sobrevino la muerte.

Profeta en su tierra. La tertulia literaria terminó en una propuesta, la necesidad de reconciliar al autor con Arequipa, la ciudad en la que nació y vivió y a la que se aferró en los últimos años de su vida, aquella ciudad que abrazó en su interior, aunque rechazó en sus escritos.

“Esta universidad (la San Agustín) le debe mucho a Reynoso y lo menos que puede hacer es cambiar el nombre de la Sala Atenas por Sala Oswaldo Reyoso, es tiempo de hacer que la ciudad se reencuentre con su escritor”, argumentó Vargas, lo que fue reforzado por el conductor de la charla Arthur Zeballos .

El homenaje a Reynoso se llevó a cabo ayer en la Sala Mariano Melgar del Complejo Cultural San Agustín, de la UNSA.

Oswaldo reynoso nació el 10 de abril de 1931 y murió el 24 de mayo de 2016. Se desarrolló en la narrativa y poesía.

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