Hay Festival: el fotógrafo de los escritores tiene una relación íntima con el Perú

Fotografía en Hay Festival. Daniel Mordzinski es de hablar pausado, no parece argentino a no ser por su marcado dejo porteño. Detrás de su carácter reflexivo hay un hombre profundamente tímido y excepcionalmente sencillo, a pesar de su enorme trayectoria retratando a cuanto escritor acepte ser capturado por su curioso lente; por eso es conocido mundialmente como el “fotógrafo de los escritores”.

Mordzinski abrió el Hay Joven en el auditorio de la Universidad San Pablo, que es un capítulo dentro del Hay Festival que se inició ayer en Arequipa.

Durante una hora, contó sus inicios cuando sin querer tuvo la oportunidad de fotografiar a uno de sus ídolos literarios, el poeta Jorge Luis Borges y desde entonces ingresó al Olimpo de la literatura mundial; a partir de entonces su vida ha estado marcada por el destino y la oportunidad para lograr sus objetivos.

“No hay un método Mordzinski, no tengo un plan definido o un proceso creativo, todo es muy inmediato, pero creo que si he logrado hacer lo que me gusta es porque le he puesto mucha pasión”, confiesa el fotógrafo.

Si bien es un apasionado de la literatura, en sus fotografías no hay libros ni bibliotecas, pese a que sus modelos son escritores; y es que él busca sacarlos de su ambiente para enfrentarlos a situaciones distintas. Es en ese momento que surge la creatividad y se le ocurren poses que no son las habituales y “entonces es cuando siento que ese retrato lleva algo de mí”, remarca.

Mordzinski contó que lleva una relación íntima con el Perú y con la literatura peruana gracias a Mario Vargas Llosa a quien ha retratado en diferentes momentos de su vida; incluso minutos antes que recibiera el Premio Nobel de Literatura y se acomodaba el smoking de rigor.

Mostró también un vídeo con las últimas fotografías logradas el año pasado durante la versión inaugural del Hay Festival en Arequipa, con todos los escritores invitados e incluso una selección de sus “Fotinskis”, que son aquellas donde se ve a los literatos en situaciones extrañas, distintas y hasta graciosas a los que ha sometido, con una buena dosis de humor a sus modelos.

“Soy muy respetuoso de la vida y de la intimidad de los escritores y siempre pido permiso para fotografiarlos; creo que nunca debemos perder el respeto y la humildad para conseguir lo que buscamos”, recomienda Daniel Mordzinski, quien además es el fotógrafo oficial del festival en todas las ciudades donde se realiza.