Pese al dolor que siente por su hernia en la espalda, Dani Tito Calcina no puede dejar de trabajar. Ella desde hace tres años se convirtió en padre y madre para la mujer que le dio la vida y para su hermano, quien sobrevivió a un derrame cerebral, pero quedó cuadrapléjico.
A sus 56 años, Dani sale todos los fines de semana a vender caramelos, pilas u otros objetos que pueda comprar con el poco dinero que gana. Hay días que lleva a su hermano Ricardo, quien tiene dos años menos, en su silla de ruedas, a la plataforma comercial de Andrés Avelino Cáceres, donde buscan un lugar para ofertar sus productos.
Sin embargo, estar en un solo sitio no es posible, ya que son retirados por la Policía Municipal y Dani tiene que cargar con todas sus cosas mientras empuja a Ricardo por las transitadas calles del Avelino. Hay momentos que siente dolor, pero ella solo piensa en tener algo de dinero para comprar pañales y alimentos para sus familiares.
Cuenta que antes salía más seguido porque podía vender hasta S/30, pero ahora apenas llega a los S/15 y con ese mínimo dinero tiene que ingeniárselas para comprar víveres, verduras y otros artículos de salud para sus ‘hijos’. La mayoría de veces camina hacia la zona conocida como ‘La Cachina’ para comprarse ropa para el frío.
Mientras que los otros días es una recicladora y camina por varias calles para recoger botellas, fierros o todo lo que pueda vender. Lo que es basura para muchos, es dinero para Dani, ya que al venderlo tiene hasta S/20 en un día, aunque es poco para muchas personas, para ella es bastante.
HISTORIA
Dani y Ricardo son naturales de Puno, su madre los crio sola porque su papá los abandonó. Desde pequeños tuvieron una infancia dolorosa y difícil, al inicio eran cuatro hermanos pero dos murieron. No estudiaron, pese a que era su máximo deseo y cada vez que veían a sus vecinos ir al colegio lloraban en silencio.
A los 13 años llegaron para Arequipa junto a unos tíos que los apoyaron, pero lamentablemente fallecieron. En ese tiempo los hermanos se dedicaron a trabajar. Dani hacía de todo: cocinaba, vendía, iba a la chacra, mientras que Ricardo era ayudante de obra. Dani conoció al padre de sus 2 hijos, pero su matrimonio no funcionó, pese a ello ambos sacaron adelante a sus retoños, quienes ahora velan por su propia familia. Hasta ese momento, todo iba bien, Dani visitaba a sus hijos y trabajaba para ella. Por su parte, Ricardo vivía en otro lado y también laboraba para él.
Todo cambió en 2022, cuando se entera de que su madre era golpeada y vivía en pésimas condiciones en Puno, es ahí que la trae para cuidarla. En un pequeño espacio de la casa de su expareja, acomodó a su progenitora, pensando que podía cuidarla, sin tener en mente que en unos meses llegaría otro acompañante y todo se complicaría.
Fue en ese mismo año, que Dani recibió la peor noticia de su vida: su hermano sufrió un derrame cerebral. Acudió a su casa en Chiguata y lo trasladó de emergencia al hospital Honorio Delgado para que lo salvaran. Recuerda entre lágrimas que todos los días rezaba por él. Además que tenía que organizarse mejor para atender a su madre y hermano.
Los doctores lograron salvarlo, pero Ricardo quedó cuadrapléjico, solo ve por su ojo izquierdo, puede respirar y hablar, empero no logra moverse. Dani en ese momento quedó en shock, pero fue positiva pensando que su hermano se recuperaría. Sin embargo, no fue así, pasaron tres años y ahora tiene que ser sus manos y pies.
Ambos viven en el asentamiento Alejandro Von Humbolt en el distrito de Paucarpata e imploran por ayuda, ellos son felices con ropa usada y lo que más requieren son pañales y víveres. Dani cuenta que sus hijos la apoyan un poco, pero es mínimo porque también tienen su propia familia por atender. Puedes comunicarte con ella al 988 605 746 si quieres apoyarla con algo.
APOYO
Ricardo no cuenta con una pensión que le corresponde por ser una persona con discapacidad, desde hace años le responden que espere desde la municipalidad de Paucarpata.
VIDEO RECOMENDADO:
