Horas de llanto y desesperación

La Clínica Arequipa tiene en el ambiente mucha tristeza y desesperación desde la mañana de ayer. Más de 30 personas estuvieron desde las 8:00 horas preguntando por sus seres queridos en diversos establecimientos médicos, la mayoría estaba en la referida institución. Según se supo, los pasajeros del bus XIV - 158 retornaban a la ciudad de Secocha para volver a sus actividades, en su mayoría mineras.

Esperanza. Víctor Fuentes, un joven que vivió la fatiga y desesperación de no saber donde se encontraba su tío, contó que estuvo en el hospital Honorio Delgado preguntando por don Aurelio Nina Huanca, más tarde se entraría que fue llevado a la Clínica Arequipa. “Mi tío se dedica a la minería, él volvía a retomar su trabajo en Secocha, solo vino a la ciudad a visitar a unos familiares y su terrenito en Characato, jamás pensé que podría pasarle algo así”, dijo Víctor desesperado y agregó que su tío lo había llamado desde Camaná para pedirle ayuda, pues le habían comunicado que iba a ser trasladado a Arequipa por la gravedad de sus heridas.

Durante la tarde, un grupo de heridos fue llevado a la Clínica Arequipa, donde se atendieron en total a 9 personas.

Ascuas. El ambiente en el lugar fue de preocupación y de llanto, pues muchos desconocían el estado de salud de sus familiares. Cada vez que la puerta de algún consultorio se abría ponía en sobrasalto a los aturdidos familiares.

TESTIMONIOS. Fue el caso de Dorotea Soncco a quien le habían comunicado que su cuñado, Eber Flores, hospitalizado en la Clínica Arequipa, se encontraba delicado. “Solo vino de visita a la ciudad, él es minero y ahora no sabemos nada de él”, expresó Dorotea, quien seguramente hasta hoy continúa en el local. Aún con esperanzas estuvo Ermelinda Callo, quien esperó hasta las 18.00 horas noticias de su cuñado, Delfin Quechoalla Quispe. “Me dijeron que vendría aquí, pero hasta ahora nada (era las 17:00 horas)”, más tarde se tendría la noticia de que el varón no se encontraba en la lista de heridos.