El buen ejemplo debe venir de arriba, con equipos de hombres y mujeres que trabajen en el Estado  y no salgan ricos. Debemos tener ética para vivir. (Foto: Cortesía)
El buen ejemplo debe venir de arriba, con equipos de hombres y mujeres que trabajen en el Estado y no salgan ricos. Debemos tener ética para vivir. (Foto: Cortesía)

Hugo Neira Samanez (Abancay, 1936), es un destacado historiador, sociólogo, periodista, ensayista y docente universitario. Ha vivido en varios países dedicado a su labor de investigador y catedrático. Estuvo en Arequipa para presentar el libro “Hugo Neira, la ilustración de nuestro tiempo” publicado en su homenaje por la Universidad Católica de Santa María. La publicación estuvo a cargo de Rubén Collazos Romero, coordinador del Fondo Editorial de la UCSM. Autor de más de sesenta libros sobre estudios peruanos, Hugo Neira ofreció la siguiente entrevista exclusiva para Correo.

Doctor Neira, usted afirmó que “la república, la nación y el Estado no los hemos terminado de construir aún” ¿cree usted que el país se encamina para conseguirlo? Siempre nos hemos ocupado de los indígenas pero esta vez ellos también piensan y esto va a continuar, incluso con el actual presidente, es un paso más que da este país, que está dividido en dos culturas, la andina y la criolla, la costa y la sierra. Cuando ambas culturas se junten y se trate a un indígena igual que a un ciudadano cualquiera, en ese momento el Perú será otro país. Van a haber peruanos capaces de creer que no se vence con la violencia.

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¿Cree usted irreversible la decadencia de los partidos políticos tradicionales? Para esos partidos, es inevitable. Lo que pasa es que no han comprendido los cambios de la sociedad peruana. El Perú actual, no es el Perú de Haya de la Torre. Las clases sociales se han modificado. Hay más gente culta, ya no tenemos analfabetos. Es otra sociedad y como estamos en el siglo XXI, los partidos no han sabido comprender cuáles eran las necesidades del pueblo. Cuando eso suceda, habrá otra vez partidos. Porque alguien tiene que representar a la gente.

¿Usted ha trabajado en Europa, cómo evaluaría Ud. la percepción que existe allí hacia América Latina? En Europa no tienen la mejor opinión de nosotros. Nos dicen la “América Ladina” y eso lo ha dicho un mexicano. Creen que hay clases sociales mafiosas, que llegan al poder para lucrar. No nos creen, no nos toman en serio y es verdad. Yo sí creo que este siglo XXI será el momento en que el Perú dará un salto a la revolución de la sabiduría. He dado la vuelta al mundo y veo que puede ser un país alimenticio con la adecuada tecnología, como pocos en el mundo.

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El actual gobierno tiene muchos cuestionamientos ¿por qué cree usted que ganó las elecciones? Lo ignoro. Pero aquí hay dos cosas. Primero, se presentó alguien con quien los campesinos se identificaban y no tienen confianza en otras clases sociales. La otra posibilidad es que hicieron trampa. O las dos cosas. Yo nací en Abancay y si pudiera hablar con el presidente Castillo le diría: “Piensa en que eres un campesino y amas al campesino, eso está bien. Pero el campesinado no es el lugar de trabajo de la mayoría de peruanos. Hoy somos un país urbano. No se puede salir de la pobreza y dejar el subdesarrollo si uno no se convierte en un país industrial”.

¿Puede usted prever el rumbo del gobierno para los próximos meses? Yo veo una gran dificultad, porque las dos salidas son malas. Si un presidente es repudiado ya por la gran mayoría de la población y se queda, es terrible. Por otro lado, también es terrible otra vacancia, porque se demora en establecer todo el aparato gubernamental. No es bueno ninguno de los dos caminos.

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¿Cuál cree usted que es el origen de la corrupción en el Estado, incluso a nivel presidencial? Lo que ha pasado es que en estos veinte años, hemos entrado a la sociedad del consumo. Pero no se ha conseguido empleos de calidad para evitar que la gente haga trampas. Entonces, la gente ha querido alcanzar el nivel de la clase alta por medio de la corrupción. El buen ejemplo debe venir de arriba.